A ojos de todos se pudo percibir cómo Gerard Piqué ya no es el mismo de antes, pues el paso de los años no ha pasado en vano y menos ahora que está con su novia Clara Chía con quien lleva una vida nocturna cada vez más activa y en la que las fiesta y demás compromisos sociales forman parte del estilo de vida que al parecer quería tener.
PUBLICIDAD
Esto le ha hecho cambiar de imagen, de actitud y sobre todo de estilo, pues en el encuentro decisivo que permitió formalizar la separación con Shakira, éste lució como si fuera un viejo. Su aspecto era desaliñado, pues tiene una barba mal cuidada, arrugas muy marcadas, así como una actitud de derrota que se percibe hasta en su manera de caminar y expresarse ante los medios.
Incluso, su atuendo era muy similar al que suelen usar las personas muy adultas o abuelos durante las temporadas de invierno en la que se sobreponen camisas a cuadros, suéteres y demás chaquetas para protegerse del frío. Con ello, no solo recibió críticas, sino también señalamientos sobre que su novia de 23 años que posee un mal gusto al vestir es quien ahora lo está asesorando en en el “cuidado de su imagen”.
A Piqué se le notan los años
En este tenso, pero definitorio encuentro que tuvieron Gerard Piqué y Shakira también fue muy notorio el impactante look y actitud que manejó la colombiana quien hizo sentir su poder a través de unas prendas en negro. Ella se mantuvo altiva y recordando al mundo que ella es toda una dama y una de las estrellas de la música más importantes que además goza del cariño y aceptación del público, mientras que su ex se ha convertido en el hombre más rechazado y despreciable, tanto que ahora luce tal y como lo aprecia la mayoría: derrotado.
Incluso, se notó un considerable aumento de peso, así como una actitud de desgano y de que ya está harto de la persecución y de tener que estar rindiendo cuentas sobre sus actos. Esto es algo que ha manifestado en varias entrevistas que busca dejar en su pasado, pues por ahora ha demostrado que quiere tener una vida plena, tranquila y alejada de los paparazzis y de todo aquel que quiere indagar de más sobre su vida.
