En su canción ‘Heated’, Beyoncé habla de cómo ama el whisky hasta que la cabeza no dé más, porque sí, las mujeres toman whisky y más de lo que se cree. Por años en las series y películas el ideal de que este destilado era el distintivo de los hombres de negocio; fuerza y posición es uno de los significados que se le ha dado y ahora ese significado está siendo reinterpretado.
Basándose en este razonamiento, las mujeres han ido escalando poco a poco en los terrenos que han sido dominados por la masculinidad por décadas, incluso años, y una de esas industrias ha sido la licorera. Cada vez se puede ver una mayor participación femenina en los procesos que van desde la creación, producción, diseño y comercialización de diferentes licores y destilados: así, el whisky no se ha quedado atrás.
Es por eso que, con la misión de elevar y dignificar el papel de la mujer en el sector de este destilado, específicamente, se ha creado la iniciativa llamada ‘Women & Whisky’ (Mujeres en el whisky), creada por la reconocida y aclamada chef colombiana Leo Espinosa y Glenfiddich, de la mano de la mejor chef de Colombia y el whisky de malta más premiado.
Este evento que se llevó a cabo en el restaurante LEO. Está también encabezado por las chefs Elena Reygadas la mejor chef femenina de Latinoamérica en 2014 y quien dirige la cocina de Rosetta en Ciudad de México y Catalina Vélez, investigadora y líder de gastronomía social en los restaurantes Domingo de Vereda y Domingo Amasa, en Cali. Estas dos expertas en la gastronomía son las chefs invitadas, que junto con Leonor Espinosa la mejor chef femenina del mundo en 2022 deleitó a todos los comensales con una experiencia gastronómica inspirada en el trabajo de la mujer en la historia de la cocina.
El maridaje está a cargo de la sommelier Laura Hernández, cuya propuesta de bebidas se expone en la sala que lleva su nombre, justo en el restaurante de su madre. Este espacio fue recientemente reconocido como uno de los mejores 100 bares del mundo por la prestigiosa lista The World ‘s 50 Best Bars.
“El whisky está relacionado con el mundo masculino, y la alta cocina también se encuentra relacionada a este mismo. Por esta razón encontramos una forma de desmitificar y de salir de casillas con esta iniciativa. Esta cena lleva el título que pareciera que cabe dentro de la realidad: una mujer en la industria del whisky, y valorar el aporte de la mujer a la cocina”, afirmó Leo Espinosa, chef y creadora de ‘Women & Whisky’.
Inspirando un cambio cultural en la cocina
La iniciativa quiere romper los paradigmas existentes en la industria del whisky, donde se busca que deje de ser vista como ‘trago para varones’ e inspirar a las consumidoras a tomar en cuenta experiencias como las de Leonor, Laura, Elena, Catalina y Meta Grant quienes se han abierto sus propios caminos y han destacado en un mundo anteriormente considerado de hombres.
“Esta historia es muy bonita porque detrás del whisky, su creación fue hecha por mujeres. Las mujeres crearon una bebida masculina. Fue la hija de William Grant. Desafortunadamente este papel se le sigue atribuyendo a los hombres, y más en las cocinas de vanguardia”, complementó el embajador de la marca, Alfonso Ibáñez.
Por su parte, Elena Reygadas afirma que los roles de género se pueden pasar por alto en esta industria, y que para sorpresa de algunos, la cocina está ligada históricamente a la cotidianidad de las mujeres de una manera u otra.
“El simple acto de cocinar es femenino, lo que pasa es que tenemos una ruptura entre esa composición del individuo que es femenino y masculino. Nos enseñaron que ambos géneros van separados, pero son constitutivos de todo. Al final todos tenemos una formación dual, y tenemos unas actitudes dispuestas para todo tipo de expresiones. Además, la cocina siempre se liga al amor, al cuidado, al hogar, momentos que están muy presentes en la cotidianidad femenina.”, comentó a PUBLIMETRO
Igualmente, se resalta la razón por la que estas mujeres, cada una siendo experta en su propio campo de ejecución, fueron seleccionadas para el proyecto.
“Estas mujeres han sido tan visibles a nivel nacional, y el talento de sus manos han puesto sus cocinas en un punto gastronómico importante. Estas cocineras han aportado no solo desde sus manos sino desde sus experiencias, y este era el momento en que se necesitaba variar el espacio local y dar los créditos donde son merecidos.”
Así, se crean poco a poco espacios donde las mujeres cambian el imaginario cultural sobre algo tan tradicional como sus cocinas: el beber como un placer creativo.
