Colombia

Defensa de Petro por viajes de su esposa no convence: “esposa de Duque no gastaba tanto”

Verónica Alcocer es un blanco fácil por su carisma, y sobre todo, uso de la moda.

Veronica Alcocer y Maria Juliana Ruiz
Veronica Alcocer y Maria Juliana Ruiz

A Verónica Alcocer ya le colgaron (de manera injusta) el título de nueva María Antonieta de Colombia por sus viajes de representación. Y aunque su marido, Gustavo Petro, la defendió, para muchos, su antecesora “gastaba menos”.

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La explicación del presidente fue clara, más cuando la criticaron por ir en su representación al funeral de Estado de la reina Isabel y al acompañarle en Nueva York (donde se probó unos jeans carísimos). Y más detractores están al borde del infarto cuando ella se va a ir al funeral de estado de Shinzo Abe, en Japón.

Petro, sin embargo, fue explícito, específico, ante toda la cuestión. Esto, al postear una imagen en Twitter que dice lo siguiente:

“Finalmente, debe la Corporación señalar que las anteriores consideraciones no son óbice para que la primera dama de la Nación pueda continuar cumpliendo todas aquellas actividades que normalmente le corresponde en su calidad de cónyuge del Presidente de la República, como son las de colaborar con él en el desempeño de tareas protocolarias, o tener iniciativa en materia de asistencia social, en labores de beneficencia pública, o en actividades análogas, tal como ha sido, por lo demás, una noble tradición en Colombia desde hace largos años, sin que para ello hubiera sido necesario crear una dependencia de orden administrativo, con todo lo que ello implica en cuanto a recursos financieros, materiales y humanos dentro de la Presidencia de la República.” (Subrayas fuera del texto)”.

Sin embargo, no convence para muchos. Dicen que María Juliana Ruíz fue más “discreta” en sus gastos de viaje.

También en su uso de la moda, cosa que le critican a Alcocer muchísimo (sus pintas las paga ella y por demás, muestra la misoginia y el cómo ve el colombiano promedio el tema, alejado de su realidad y con dejos de elitismo).

Bueno, hay que recordar ‘los discretos gastos’ de María Juliana Ruiz

Hay que comenzar, por ejemplo, con el viaje que hizo ella por el cumpleaños de su hija, en Panaca, en avión presidencial (uso de recursos públicos, claramente). Si bien ella lo justificó diciendo que Duque estaba allí y querían encontrarse, ¿por qué no entonces usó un vuelo comercial como hacía su marido en campaña?

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Punto dos: su autobiografía. Ella lo quiso desmentir hasta el paroxismo, pero también fue concebida con recursos públicos. Puede que Alcocer baile (que es su derecho, puede expresarse como quiera) y algunas de sus fotos sean de puro salvador blanco, pero nunca ha llegado a esos delirios de grandeza.

Tres: la alfombra roja. No sabemos si Duque es la reencarnación del bobalicón de Luis XVI (que hasta se parecen, vaya). Pero sí que tiene sus gestos. sobre todo en eso de estar desconectadísimo de su pueblo mostrando una pompa por demás ridícula y anacrónica.

O eso dio a entender cuando usó no una SINO DOS VECES la alfombra roja en la Casa de Nariño al ir a votar. ¿Por? ¿No bastó con matar estudiantes y líderes sociales, sino también mostrar una superioridad inexistente?

Y también, de recuersos públicos.

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