En una campaña en recta final donde se han sacado todos los trapitos al sol si se habla de Gustavo Petro y Rodolfo Hernández (y que hasta con las hijas se han metido), llega la nueva versión de “la bolsa de oxígeno que da poderes sexuales”: critican al candidato del Pacto por “no saber comer con cubiertos”.
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Este concienzudo y muy relevante análisis para el país viene de mano de la tuitera Ana María Quijano, consultora de comunicaciones y periodista, claramente de derecha, que analiza cómo el candidato ingiere los alimentos con sus reglas de etiqueta de 1853 (sí, el año del “Manual de Carreño”, por si como el Capitán América, no conocen la referencia). Y ahí muestra un video de Petro disfrutándose la comida en una finca.
De este modo, la periodista ha puesto lo siguiente:
“Esta noche hablaremos de Etiqueta en la mesa ¿Para qué cambias el cubierto de mano si ya llevaste el alimento a la boca? Oíste, y la carne no se corta toda de una vez ¿Estabas de afán? ¡Qué ordinariez! Los leo...”
Y la leyeron
Básicamente, lo más cariñoso que le han dicho es que lo que dice del candidato no es relevante para un país con más de la mitad de su población en la pobreza, a punto de incendiarse y que esas reglas de etiqueta serían válidas en otro contexto.
Este es el resumen ejecutivo “suave” de toda la cuestión. Pero en realidad, algunos comentarios son estos:
“A mi me parece que es un poco más ordinario andar comentando estás estupideces en tuiter como si importaran para el debate. ¿Señora, sabe que es bien mañé y ordinario? Su absoluto clasismo. Qué oso ser usted.”, “Qué desparche, señora. Búsquese un problema serio” “Y los indígenas comen con cuchara y los chinos con palillos y los hindúes con la mano derecha, que ordinariez criticar tales cosas y tirárselas de refinada, ¿cuál de mis tres pañuelos le paso?”
A la mujer ahora le critican su clasismo, de paso.
