Sí, Yina, puedes quejarte todo lo que quieras, pero había razón en las críticas a tu reality: este no solo defenestra a las mujeres de talla grande, sino que es de una factura ínfima. Y eso, para comenzar.
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Nos atrevimos a ver el primer capítulo de “Se armó la gorda” y sentimos un espanto abrumador. Que el montaje y la producción estén más pobremente montados que fiesta kitsch de quince años es sólo el comienzo. ¿Dónde hicieron las audiciones? ¿En un salón comunal?
Ahora bien... los temas de producción no se quedan ahí. Ese sonido parece de película experimental de estudiantes de primer semestre de universidad. Y la edición, ni se diga. Ahora, ni hablar de la luz: hasta los videos caseros de los 90 de “Locos Videos” parecen una película de Michael Bay en comparación.
Pero más allá de la factura técnica: ¿qué es lo que se busca concretamente en la audición? ¿Que las mujeres gordas pierdan su dignidad? ¿Por qué tanta insistencia de Yina Calderón en preguntarles por su pareja?
Incluso, hubo una mujer haciendo twerking que ahí casi se deja la vida y las opiniones estaban divididas (no se entiende en realidad qué están buscando) y otra estuvo cantando y la hermana de Calderón, Juliana hace el papel de Amparo Grisales: ¿quién le dio la facultad para eso?
Es decir: ¿cuáles son los estudios, certificados o lo que sea para creer en el criterio de Juliana Calderón como jueza? ¿Y de qué?
Pasó otra concursante con un talento a lo “Miss Simpatía”: defensa personal. La crítica más carente de sentido es que no está “demasiado gorda” para entrar al reality. Entonces, ¿qué es lo que buscan? ¿Una mujer que pueden medir según sus estándares subjetivos, a ojo ?
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¿Sí sabías, Yina Calderón, que por ese discurso es que precisamente juzgan a las mujeres de talla grande, de no cuidar su salud, solo por su tamaño? ¿Que en eso se basa parte del discurso médico de varios profesionales para humillar a las mujeres de talla grande en los consultorios?
Humillación en vivo y en directo
Es ridículo también que varias concursantes pasen a audicionar para que les digan que por una razón totalmente traída de los pelos. “No cumplen con los requisitos” (entonces debieron tener una tabla de medidas en la convocatoria, para comenzar, lo que de paso no cumple con el carácter supuestamente inclusivo del programa). Y que luego les digan “eres hermosa, sigue adelante”.
A nadie le importa eso: no queda claro cómo es que eligen a las concursantes y para qué. Se queda esa terrible sensación de que escogen a mujeres gordas para un show de fenómenos, como focas saltando por un aro, para ridiculizarlas, caricaturizarlas y no empoderarlas. ¿Por qué las mujeres gordas en Colombia solo “merecen” producciones de baja factura? ¿Nada sofisticado, argumentado y con gusto? ¿Por qué se les tiene que ver como show de circo?
Sí, Yina, las gordas tienen derecho... a algo mejor que tu programa.
