Nadie es perfecto e incluso los más expertos en su campo se equivocan. Y a la hora de juzgar, más en un arte como el de la cocina, todo es subjetivo. Es por eso que los jurados de MasterChef también han sido criticados por los participantes y por los televidentes sobre todo cuando les han visto “embarradas” y hasta “falsedades” en sus acciones hacia los platos presentados.
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Es por esta razón que presentamos las acciones más cuestionadas hacia los jurados en el transcurso del programa.
No valoran muchas veces el esfuerzo de los participantes
El mundo de la cocina es duro. Que lo digan los pobres que trabajan al lado de Gordon Ramsay en su restaurante premiado con estrellas Michelín de Los Ángeles. Y al menos en “MasterChef” los concursantes deberían dar gracias a todas las deidades existentes que no les toca a alguien así que les dice que son un “sándwich idiota” si cometen algún error (aunque esto fue parte de un sketch de James Corden, pero los insultos de Ramsay son legendarios).
Pero la verdad es que ante la ambigüedad y la exigencia, algunos tiraron la toalla. Fue como Tatán dijo que estaba inconforme con las calificaciones del jurado. Y que a veces no les gustaba nada de lo que preparaban.
“No es una crítica, es un consejo. Chef, lo hemos intentado mucho y estamos trabajando muy duro. Nosotros nos hemos esforzado más de la cuenta, no somos cocineros y de verdad nos hemos preparado. Hemos cocinado más de 70 y pico de veces, hemos creado cosas nuevas y, personalmente, estoy un poco agotado”, dijo el motociclista.
Carpentier preguntó si era una molestia personal o grupal. Él dijo que lo primero.
Rausch insistió en que hablaban con cariño para que mejoraran, pero Tatán defendió su posición: “Yo sé que es un programa de cocina y te tienen que decir los errores. Eso está bien y así funciona. Una discusión con ustedes es casi que perder el tiempo porque siempre vamos a perder (…). El cuento de que no cocinamos, de que todo les sabe maluco y que sean ustedes los que van a aprobar el plato y que de una vez va a estar maluco, yo personalmente lo tomo a mal porque así no avanzo. Estamos mamados”.
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Carpentier, sin embargo, fue mucho más duro en su posición. Dijo que el tema estaba en “competir”, a lo que Tatán le respondió que tenía mucha experiencia en eso.
Zubiría, ahora bien, dijo que tampoco era bien fácil ponerse a comer cosas mal hechas y pidió que se pusieran en su lugar.
¿Cuál es el criterio para eliminar a unos sí y a otros no?
Si por un florero hubo una guerra de Independencia y por una mujer ardió Troya, por un pollo los televidentes no se explican cómo es que Aída Morales sí pudo estar en el top 10. Esto, porque por ejemplo, a Cristina Campuzano sí la eliminaron la primera vez por tener sus langostinos crudos.
Aída no presentó el mejor plato de alitas de pollo. De hecho, le quedaron a medio cocer. Entonces, ¿cómo es que ella sí se mereció el pin que la pasó al top 10 y Manuela no? Esto es lo que cuestionan muchos televidentes, más cuando el criterio ha sido tan exigente y agotador, como ya se vio con Tatán, en el programa.
¿Por qué se les ayuda a otros concursantes y de qué maneras?
Esto pasó a comienzos de mayo. En una prueba, donde tenían 60 minutos para preparar tres platillos iguales, con el conejo como ingrediente principal.
Todo iba con normalidad y tres chefs, en condición de invitados probaban y calificaban los platos finales.
Fue ahí cuando Chris Carpentier tomó la mantequilla de Aída Morales y se la llevó a Chicho para que él completara su preparación. Aída protestó, con justa razón.
“Por qué se lleva la mantequilla mía para allá ¡No! Tráeme la mantequilla que te llevaste”, le gritó.
Al ver la reacción, Carpentier trató de aplacarla con elogios.
“Tú no lo sabes, pero desde que llegaste supe que eras la ganadora”. Sin embargo, ella no comió cuento y le contestó: “No, no es cierto. Entonces por eso está siendo desleal conmigo y no me parece”.
Pero allí no terminó todo: Carpentier ignoró el reclamo y apoyó a Chicho durante varios minutos. Y cuando Aída quiso reclamar ayuda para sí misma, todo le fue negado. “No voy a ninguna parte”, le dijo.
Eso, hasta que por fin se le acercó. Corozo fue el ganador esa vez.
Comentarios innecesarios
Hay que recalcar que los jurados no llegan al nivel de un Gordon Ramsay, de nuevo. Es decir, no van a insultar a nadie ni lo van a gritar ni van a sembrar el terror en los concursantes, porque ni el mismo Ramsay lo hizo cuando participó en ese formato. Pero en una cocina real, todo cambia. Y los chefs exigen - y es su derecho- como si estuviesen en una cocina real, a pesar de todo.
Pero también han hecho comentarios un poco innecesarios. La semana pasada, luego de que dejaran a todos en vilo por los peores platos presentados con sobrebarriga, Tatán volvió a protestar.
Entonces, fue cuando Rausch le dijo si extrañaba su casa para irse del reality. Y Christopher Carpentier bromeó diciendo: “Tatán se va con psicólogo y con ideas para que no meta la pata en recomendaciones”.
Tatán, ya en los comentarios individuales, se las devolvió: “Los que necesitan terapia son ellos ”.Eso sí, no sin después recalcar que esto le hace mejorar.
Pero hay que recordar que las bromas con la terapia no son graciosas. La salud mental en Colombia es una epidemia, más cuando se ha atendido tan mal durante años y en la pandemia estuvo desbordada.
Hay que tener un poco de responsabilidad.