Cada quien tiene sus sufrimientos, y el de Laura Tobón fue ver cómo cambió tremendamente su cuerpo al quedar embarazada. Subió hasta 30 kilos de peso y se atrevió a ser abierta por su proceso. Igual, como toda mujer, fue juzgada.
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Esto, porque a pesar de que su sufrimiento es válido, no todos ven con buenos ojos que eso la haya hecho sufrir (como si los demás tuvieran que aprobarlo). Y todo, porque ella sí tiene el privilegio de pagarse todas las ayudas del mundo para lucir como antes. Mejor dicho: porque eso es bien de “blanquitos en problemas” cuando hay tanta gente muriéndose de hambre.
“Estás “famosas” creen que cada cosa que viven es un descubrimiento, una novedad. Si se embarazan, nooooo😱😱😱 se engordaron!!!! Si se separan la misma cosa.”, “Estas viejas son tan vacías , que se preocupan por unas tonterías. según una noticia la mamá de Egan Bernal tiene cáncer eso sí debe ser una noticia y muy triste... Pero públican esta vaina como si no tuvieran la facilidad de hacerse una cirugía, las pobresitas naturalitas”, fueron algunos de los más duros comentarios.
Tobón bajó todo su peso en cuatro meses.
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No lo dice la novela. Cualquier persona que atraviese por un embarazo tendrá cambios físicos y emocionales. Es más, cualquier persona que atraviese por un cambio personal.
Y no porque exista guerra en Colombia y muera gente de hambre en todo el mundo, el sufrimiento es menos válido. Tener un hijo implica ver que el cuerpo ya no es solo de uno.
Y bueno, más cuando alguien como Tobón prácticamente vive de él. Así pueda bajar de peso a un ritmo que muchas mujeres no pueden permitirse, ver cómo su principal instrumento de trabajo no era el “adecuado” (y eso también es muy problemático) para los estándares con los que ha generado una carrera, debió ser bastante impactante para ella.
Como sea, nadie es quién para juzgar a otra persona por los traumas personales que sufre.