IXEL es un evento que llega ya a su décimo primera edición; reúne, de forma simultánea y complementaria: el Congreso Latinoamericano de Moda y el Encuentro de Industrias Creativas y Culturales, integrando diversos universos derivados del talento y el capital intelectual como: moda y otras disciplinas del diseño como textil, espacios, industrial y gráfico, así como, artesanía, fotografía, artes plásticas, artes escénicas y gastronomía.
Este año se llevará a cabo del 13 al 15 de octubre, en un formato híbrido, desde la virtualidad con una experiencia 3D totalmente inmersiva y algunos espacios presenciales con panelistas invitados.
Erika Rohenes presidenta ejecutiva, habló con nosotros sobre esta nueva edición del evento, cómo fue hacer un formato híbrido, los cambios que tendrán en el futuro, y los mayores retos que enfrentaron tras la pandemia causada por la covid-19.
¿Por qué dicidieron hacer el evento de forma híbrida?
Es un formato más complejo, que ha sido un gran reto de aprendizaje para todos, pero estamos muy contentos con lo que hemos conseguido hasta ahora.
El 13 de octubre es el primer día, tenemos en la mañana la inauguración presencial, pero se va a transmitir vía streaming. Hay que tener en cuenta que los eventos en Cartagena todavía tienen restringidos los aforos, entonces para ese evento estamos hablando de un público restringido.
El jueves 14 de octubre en la mañana será lo que nosotros llamamos el foro moda, es un foro con especialistas del sector de moda internacionales. En la tarde, abrimos las puertas del salón La Capilla del Hotel Charleston, Santa Teresa para el público. Vamos a tener tres paneles abiertos al público que debe registrarse a través del link que está en nuestra página web.
En la noche tendremos la transmisión del Ixel Fashion Film festival, este es un formato que el año pasado reemplazó a las pasarelas por el tema de pandemia, y que repetimos porque tuvo mucha acogida y mucho éxito. Allí presentamos cortometrajes de moda de diferentes universidades de Latinoamérica, habrá un panel de comentaristas y Judy Hazbún, ella tiene un Fashion Film qué se llama polinización, y que cerrará la noche del jueves.
Ese mismo formato se repite el día viernes 15 de octubre, este día vamos desde la Casa 1537. La idea de estos espacios presenciales es buscar lugares emblemáticos de Cartagena, queremos ayudar a la ciudad que siempre nos ha abierto las puertas a que reactive el sector naranja.
Durante el 2020 la edición fue completamente virtual y rompieron récords de asistentes, ¿qué se espera para esta edición en el mismo aspecto?
Yo creo que va a ser mucha más gente. El año pasado, cuando nosotros entrábamos a una conferencia teníamos 150 personas conectadas en las salas de la plataforma online, otras 300 personas conectadas Zoom, otras en el canal de YouTube, cuando sumamos todas esas audiencias en total fueron 11,000 personas que se conectaron. De un evento presencial que manejaba 1,200 personas únicamente, pasar a 11,000 personas es una locura.
Este año, cuando se vea una persona conectada, en realidad serán 100, o 200 personas, porque vamos a estar enlazados sincrónicamente con públicos físicos, esto quiere decir que en las universidades podemos tener muchas personas en un auditorio.
¿Cuál ha sido el reto más grande ahora que han retomado después de la pandemia?
El reto más grande ha sido financiero, desafortunadamente con la pandemia y luego con todo lo que pasó en nuestro país a raíz del paro nacional, las empresas quedaron muy golpeadas y tuvieron que recortar toda la inversión en eventos, cuando esto sucede la cultura y las artes sufren muchísimo. Nosotros no solamente tuvimos que padecer la pandemia y todo lo que pasó, sino que además en la post pandemia.
El mayor reto para nosotros ha sido sacar un evento de esta magnitud adelante, a pesar de toda la coyuntura económica que estamos atravesando.
¿Qué es lo que más ha cambiado en la industria de la moda tras la COVID-19?
Lo primero es que hemos tenido muchos problemas, y muchas empresas han quebrado, muchas tiendas y diseñadores han cerrado, pero para mí lo positivo es que llegamos a un proceso de concientización en el que las marcas son mucho más reflexivas y comprometidas con el tema sustentable y sostenible. Durante este tiempo de encierro descubrimos que más allá de tener un clóset lleno de ropa, necesitas compenetrarte con lo que está pasando en el mundo y trabajar en marcas que vayan dirigidas al ser humano y a lo que le estamos dejándole al planeta.
Otra cosa que favoreció el tema de la moda es que aprendimos a ser digitales, antes muchos no sabían vender en línea, y hoy en día la gran mayoría sabe hacerlo, saben cómo trabajar en un proceso mucho más rentable para sus negocios, todos esos son cambios importantes dentro de la industria de la moda.