La pandemia causada por la COVID-19 ha generado grandes cambios que, por supuesto, por las restricciones, cambiaron nuestra vida para siempre: las cuarentenas y todo lo que conllevan (aislamiento, pérdida de rutina, trabajo, entre otras modificaciones significativas), más noticias que cada vez se leen y se ven más tétricas, han sido un detonante significativo en el deterioro de la salud mental de las personas.
Por esa razón, muchas personas buscaron alternativas para disminuir el estrés y tener herramientas complementarias y de ayuda durante el inminente aislamiento, que de paso fueron recomendadas por la OMS (Organización Mundial de la Salud), al hacer énfasis en la importancia del cuidado de la salud mental, y que se suman a una buena alimentación y actividad física.
De esta manera, una de las opciones más populares y que más tomó fuerza durante la pandemia para mantenerse activo fue el ejercicio en casa, y, aunque algunos se enfocaron en la práctica del deporte tradicional, muchos depositaron su atención en diferentes formas de ejercitarse que priorizaran su salud mental.
Así, actividades como la meditación, el yoga y el mindfulness se han convertido en las protagonistas en cientos de hogares. Hacerlas puede tener un gran número de ventajas y beneficios para la salud de quienes las ponen en práctica, pues ayudan a regular como complemento de la terapia profesional, los problemas de salud mental que pueden manifestarse durante la pandemia, como depresión, ansiedad y estrés.
Esto es lo que asegura María Clara Aristizábal, experta en distintos tipos de mindfulness y yoga, quien, además, cuenta con certificaciones a partir del método “Eline Snel” creado en Holanda, y que actualmente hace parte de la compañía colombiana “Be Mindfulness” trabajando con niños y adultos.
“Cuando nos aíslan, nuestra mente quiere resistirse a perder el control. Las personas se dieron cuenta de sus preocupaciones y de cosas que antes, por el tiempo, no habían notado”, afirmó Aristizábal, razón por la que el mindfulness se convirtió en la alternativa perfecta para reconectar con uno mismo e incrementar el autoconocimiento.
La experta también explica que existen ideas erradas sobre lo que significa meditar y hacer mindfulness, por lo que, al practicarlo, las personas deben estar abiertas a adaptarse y asumir el reto que significa conocerse a sí mismo.
“Tenemos una visión muy errada: la gente cree que meditar es poner la mente en blanco y no pensar en nada, eso no es así. Meditar es estar presente, darse cuenta de lo que está pasando cada instante sin juzgarlo y sin querer cambiarlo”, afirma.
Una práctica para todas las edades
Los adultos no han sido los únicos que han tenido que lidiar con las consecuencias del aislamiento y las cuarentenas: los niños también se han convertido en protagonistas. Un infante procesa de manera diferente los cambios que ha tenido en su día a día como dejar relacionarse con amigos, profesores y familiares de manera presencial.
Por eso, estos ejercicios también son adecuados para ellos y, de hecho, Aristizábal dicta varios cursos en los que asesora a familias y a pequeños, a quienes los cambios les han causado dificultades si se habla de su salud mental. En ellos se ha generado ansiedad y, en casos extremos, depresión. Desde los cinco años, los niños pueden hacer parte de clases que los ayuden a conocerse y a lidiar con conductas específicas que han desarrollado a raíz del aislamiento.
Ahora bien, debido al aumento en la demanda, profesionales e instructores del tema han adaptado sus clases y cursos para que cualquiera pueda asistir, y como muchos, se han volcado a la virtualidad, una ventaja para quienes buscan una opción valiosa al alcance de su mano.
Y, como conocerse y sanarse a sí mismo, e incluso transformarse es una práctica constante, estas actividades deben seguir siendo una prioridad incluso en post pandemia, asegura Aristizábal. Esto y una solución al alcance de cada persona a nivel individual pueden mejorar notablemente las formas en cómo abordamos un mundo en llamas y cómo nuestra propia mente puede ser, alrededor de todo eso, un espacio absoluto de fortaleza y tranquilidad.
Algunos de los beneficios del yoga y mindfulness:
- Bajan los niveles de estrés.
- Aumentan la atención y concentración.
- Mejoran la manera en la que se procesan y reconocen los pensamientos y emociones.
- Disminuyen la ansiedad.
- Disminuyen el ritmo cardiaco.
- En algunos casos, ayudan con el insomnio.
192 es la línea de orientación psicológica que habilitó el Ministerio de Salud para consultas sobre salud mental.