La animadora de “Buenos días a todos”, María Luisa Godoy, tuvo una mañana acontecida para coronar la penúltima semana del mes de enero. Todo comenzó con una llamada por teléfono y un secreto que tenía guardado, el cual fue echado al agua por su co-animador, Eduardo Fuentes.
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El teléfono celular de la conductora comenzó a sonar mientras se encontraban al aire, por lo que decidió contestarlo en altavoz. “Te llamo para contarte que tienes una deuda pendiente del Auto Pase”, dijo una voz robotizada desde el emisor.
“¿Está mala la cosa?”, le consultó su compañero en tono de broma, lo que provocó las risas de María Luisa. “¿No les pasa a ustedes que son pésimos para esos trámites?”, consultó la animadora al panel buscando un apoyo de ellos. Sin embargo, recibió un no rotundo de parte de Fuentes, Simón Oliveros e Iván Torres.
Godoy no iba a aguantar la negación de Fuentes, por lo que reveló que otra persona tenía que pagarle las cuentas porque si no se le olvidaba. “Pasa a veces, a mí se me olvida pagar el TAG”, confesó Eduardo, quien dijo que su esposa le recuerda.
Un trabajador del equipo entró rápidamente para retirar uno de los micrófonos que tenía María Luisa, y el animador no perdió la oportunidad para echar la talla y dijo “te embargaron el micrófono”.
El auto de María Luisa Godoy que no duró ni un mes
Esto no paró ahí, ya que María Luisa Godoy contó que Eduardo Fuentes la echó al agua con la historia del accidente que sufrió con su auto que adquirió hace menos de un mes. “No tenía ni un mes y lo hice pebre. Se me cruzó un árbol”, contó la animadora.
Esto sucedió durante el fin de semana del Festival del Huaso de Olmué cuando ella chocó el auto minutos antes de juntarse con Eduardo para ir a almorzar. “Le dije (a Eduardo) se me cruzó un árbol. Las niñas se han burlado de mí (...) “El lugar tiene una parte estrecha para salir y digo ‘no lo vaya a chocar (el árbol). Las niñas me dicen ‘mamá, lo dijiste y lo chocaste igual’”, relató Godoy.
“El árbol se movió, te juro que no fue mi culpa. Parece que soy lesa, pero no soy tan lesa. Era un árbol grande con el medio tronco. El problema es que abajo, a la altura de la puerta, salía otro tronco gigante, como un fierro y eso no lo vi, porque no estaba a la altura de los espejos. No lo vi y le pegué el pencazo”, contó María Luisa Godoy.