Karen Doggenweiler tuvo una sincera conversación con Soledad Onetto en el primer capítulo del programa “Camino a Viña“, en donde repasaron algunos de los mejores y más complicados momentos de la periodista en el Festival de Viña del Mar.
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Cabe recordar que la comunicadora tuvo que cumplir con el rol de animadora junto a Felipe Camiroaga en los años 2009 y 2010.
Restarle importancia
En este contexto, es donde Karen le consultó si pudiera regresar en el tiempo qué cambiaría de esta experiencia, a lo que respondió que se tomaría con más calma la opinión de la gente.
“Le daría menos importancia a lo que opinaban del vestido, sobre cómo lo hacíamos”, señaló Soledad Onetto.
En la misma línea, afirmó que “de cierta forma traté de decírselo muchas veces a Felipe: ‘Olvídate, si da lo mismo lo que digan’“, recordó.
Según ella, manejar la presión era una de las cosas más complicadas que tenían que hacer puesto que hasta el más mínimo detalle importa, y además, los animadores del certamen siempre están a la mira de la prensa.
“Es difícil vivirlo, porque en ese momento había mucha presión sobre cómo lo estábamos haciendo, si funcionábamos o no, si él lo hacía bien, sobre Felipe había una expectativa tremendamente grande, ya no sé qué querían que hiciera", reflexionó la periodista de Canal 13.
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Sin embargo, Soledad recalcó que Felipe “lo hizo fantástico, y el segundo año para él con un año recorrido y fue mucho más gozado”.
Finalmente, la exanimadora del Festival de Viña aseguró que le restaría importancia a las críticas, enfatizando que tampoco le dio mucha relevancia en aquel entonces.
“Apagaría aún más todo ese ruido, yo pesqué muy poco. Yo entiendo que él estaba en otro ambiente, trabajaba en un matinal, pero yo lo apagué. Si tú me preguntas, hoy lo haría totalmente diferente", cerró.