Este viernes 27 de diciembre, el cantante español Raphael fue dado de alta después de estar 10 días internado. El parte médico dado a conocer hace unos días por el Hospital 12 de Octubre de Madrid detalló que el cantante “presenta un linfoma cerebral primario con dos nódulos cerebrales en el hemisferio izquierdo”.
El medio alemán Deutsche Welle (DW) señaló que el artista de 81 años abandonó el centro médico en un vehículo, donde se encontraba en el asiento del copiloto y saludando a la prensa que estaba a la espera de su salida del hospital.
“Se encuentra muy bien”, señaló su hijo Jacobo, quien explicó que su padre no se va a bajar para hablar con la prensa.
¿Qué es el linfoma cerebral?
El parte médico detalló que su diagnóstico médico “justifican los síntomas neurológicos que presentó hace unos días”, en referencia al accidente cerebrovascular que sufrió el 17 de diciembre pasado mientras grababa un especial de Navidad, y que además lo obligó a cancelar dos conciertos navideños.
Desde el centro médico agregaron que “durante su ingreso en este hospital se ha iniciado tratamiento específico para esta patología que continuará de forma ambulatoria”.
El diagnóstico del mítico cantante Raphael conlleva la duda sobre qué es el linfoma cerebral. Desde el Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos, señalaron que “el linfoma primario del sistema nervioso central (SNC) es una enfermedad por la que se forman células malignas (cáncer) en el tejido linfático del encéfalo o la médula espinal”.
La entidad de salud explicó que “un sistema inmunitario debilitado aumenta el riesgo de presentar un linfoma primario del SNC”. A esto le agregaron que el linfoma primario del SNC afecta en ocasiones a pacientes con “VIH, SIDA, virus de Epstein-Barr u otros trastornos del sistema inmunitario, o que recibieron un trasplante de órganos”.
La sintomatología que presenta esta enfermedad son las náuseas y vómitos; crisis convulsivas; dolores de cabeza; debilidad en brazos o piernas; confusión; visión doble; y sordera.
Desde la institución señalaron que el pronóstico, es decir las probabilidades de recuperación o reaparición de la enfermedad, depende de si el paciente tiene VIH; edad y estado salud general del paciente; si el tumor está en el sistema nervioso central, el ojo o ambos; y la concentración de ciertas sustancias en la sangre y el líquido cefalorraquídeo (LCR).