Fernanda Figueroa, una de las mediáticas participantes del actual reality de Canal 13 “Palabra de honor”, reconoció que sus dos primeros meses de encierro han sido de “lo más difícil que me ha pasado” debido a que todo este tiempo ha estado alejada de su hija de tres años, Leah.
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Su experiencia en el programa de telerrealidad del canal propiedad de Andrónico Luksic no es la primera en este formato, ya que hace casi siete años estuvo en “Resistiré”, de Mega, sin embargo, en esta ocasión la hija del exfutbolista y actual entrenador nacional, Marco Antonio Figueroa, lo hace desde la vereda de la maternidad. Una que reconoce la ha llevado incluso a pensar en renunciar al reality a lo menos en dos ocasiones.
La sentida ausencia de Fernanda Figueroa
“Ha sido súper intenso estar acá, algo súper difícil, pero al mismo tiempo una prueba de superación increíble y también de sanación”, cuenta en lun.com.
“Yo entré a este reality con muchas heridas, mucho resentimiento, problemas familiares, problemas conmigo misma, pero estar aquí me ha ayudado mucho a sanar, a confiar más en mí misma, a quererme mucho más y a saber que todo lo que me propongo lo puedo lograr, porque soy una guerrera”, argumenta Fernanda, quien de todos modos insiste en que la ausencia de su hija en lo cotidiano le ha pasado más de alguna vez la factura en el programa de Canal 13.
Es lo más difícil que me ha pasado, nunca he estado separada de mi hija tanto tiempo. Desde los primeros días fue muy raro no despertar viendo su carita
— Fernanda Figueroa
“Es lo más difícil que me ha pasado, nunca he estado separada de mi hija tanto tiempo. Desde los primeros días fue muy raro no despertar viendo su carita. Es un gran sacrificio y lo estoy haciendo por ella, por nosotras dos, porque como mamá soltera y mamá luchona me demuestro cada día más que por ella puedo hacer esto y más. Sé que cuando crezca va a estar orgullosa de mí”, dice.
“Ha sido una prueba muy difícil porque el estar lejos de ella me ha ayudado a valorar muchas cosas y saber que el amor de una madre es increíble. Es difícil no estar cerca de ella, pero es por una buena causa”, agrega Figueroa, quien ha tenido contadas ocasiones de interactuar con su hija en llamadas propiciadas por la producción del reality.
“He tenido acceso a hablar un poco con Leah, pero no es tanto tampoco porque tiene tres añitos solamente, y me habla un poquito y se distrae y quiere jugar. De todos modos, está enorme y me sorprende lo que ha avanzado en hablar, porque cuando nos separamos hablaba súper poco, y ahora se comunica mejor. También he sabido por mi mamá que Leah me ha visto en la tele, y que se emociona, grita y salta. Uno de mis mayores miedos era entrar aquí y perderme parte de sus etapas como bebé, que todavía lo es para mí, pero sé que todo este sacrificio va a dar buenos frutos”, explica.
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Un apoyo fundamental en su estadía en el estelar de Canal 13, dice Fernanda, han sido sus progenitores, quienes en este tiempo han estado presentes con su nieta. “Mis padres me han apoyado en esta ocasión. Mi papá fue a visitar a Leah a Chile cuando me encerré (en el reality) y con mi mamá pasaron un par de semanas como abuelos felices con ella. Según supe, conectaron muy bien con mi papá, y Leah se enamoró mucho de él. Querían estar todo el día juntos, e incluso mi papá se puso a llorar al tener que despedirse de ella, y mi papá nunca llora. Fue porque no quería separarse de su nieta”, relata.
“De hecho, mi hija ahora juega con muñequitos que los mete en un avión y dice que va a volar en avión a México a ver a su tata y sus tíos. Me encanta que se quieran tanto”, complementa Fernanda, quien reconoce que “he querido renunciar dos veces cuando he estado al borde del colapso por situaciones complicadas, con gente con la que en mi vida diaria no estaría, y por extrañar a mi hija, que es lo más preciado que tengo en mi vida”.
Sobre el final, palabras para su expareja y padre de su hija, de quien comentó en los primeros episodios del reality ante su ausencia en la crianza de la menor.
“Es un tema súper complicado para mí, difícil de asumir todavía. Aunque han pasado tres años, me cuesta referirme a ese tema. Creo que soy un ejemplo de varias mujeres que luchamos por nuestros hijos solitas, y les demostramos que sí se puede, a pesar de todas las dificultades que hay. Se puede ser mamá soltera y los hijos eso lo van a agradecer toda la vida”, finalizó.