Es estupenda y siempre lo ha sido, sin embargo en algún momento, Myriam Hernández dejó de sentirse cómoda con su cuerpo y decidió comenzar el largo camino de dietas y tratamientos, que muchas personas siguen, sin obtener resultados satisfactorios. Esto, hasta que conoció el código Petaccia.
PUBLICIDAD
En entrevista con el propio Giancarlo Petaccia vía Instagram, la cantante repasó lo que fue su tránsito por el mundo de las dietas.
«Llevaba más o menos como diez años o más intentando con nutriólogos súper conocidos, nutricionistas, doctores y doctoras que dicen que esto, que lo otro, que vas a bajar y te meten en un plan donde pagas mucho dinero. Y finalmente bajas dos o tres kilos y es insostenible en el tiempo porque tienes que comer un tipo de lechuga», explicó, según consignó Glamorama.
El actual health coach está radicado en Miami, Estados Unidos y ha ayudado a muchos famosos locales y personas anónimas a conseguir un peso adecuado, gracias a un plan personalizado de alimentación, basado en el consumo correcto de macronutrientes según las necesidades de cada individuo.
«Cuando supe de ti sabía que te iba bien y que dabas resultados, pero finalmente dije ‘esto debe ser un poco más de lo mismo o de lo que ya he hecho’. Hasta que dije ‘voy a intentarlo realmente’ y créeme que has sido la única persona que ha logrado que yo me sienta feliz de estar viviendo mi vida tranquila, comiendo rico, creando comidas, educando los hábitos en mi familia», señaló la cantante de 55 años al periodista.
PUBLICIDAD
Un nuevo estilo de vida
Para la artista, hacer partícipe a su familia de su mismo estilo de alimentación, fue fundamental, sobre todo durante la pandemia.
«De verdad Jorge (su marido) bajó en pandemia. Hacíamos muchos encuentros familiares, los cuatro solitos aquí en el quincho, entonces comíamos pescado, carne, pollo o hamburguesas hechas en casa, verduras salteadas, todo ahí en la parrilla. Entonces Jorge bajó de peso, lo que yo creo que fue súper fundamental para cuando le vino su infarto. Porque le vino su infarto ya por lo menos con seis o siete kilos menos. ¿Te imaginas el infarto con esos seis o siete kilos de más?», explicó.
Hernández confesó que la salud de su marido estaba en un estado crítico, por lo que el código Petaccia lo ayudó a obtener un peso saludable.
«Quiero agradecerte públicamente, porque de verdad que tuve esa intuición de que se fuera inmediatamente a la clínica, entonces casi no sufrió daño al corazón. Pero creo que la alimentación fue fundamental y ha sido fundamental en los niños», agregó.