«El neurofeedback parte con una investigación en la Universidad Estatal de California en los años 70. Un estudioso se dio cuenta que entrenando a gatos que sufrían epilepsia, estimulando un tipo de ritmo específico a nivel de corteza sensorial motora, podía provocar que los gatos cesaran de tener convulsiones. Desde ahí surgió la rama del neurofeedback y se empezaron a realizar exámenes en humanos. En el 2000 comenzó la aplicación clínica en consultas de Estados Unidos y luego se desplegó hacia Europa”, relata Alejandra Escandón, Sicóloga Infanto-Juvenil Clínica, Neuropsicóloga chilena entrenada en Estados Unidos y única profesional a nivel sudamericano en contar con la licencia BCN (Board Certified in Neurofeedback).
Reconocida por la Asociación Americana de Pediatría y la American Psychological Association (APA) como una terapia efectiva para el tratamiento de varias patologías infantiles. La técnica llega a Chile para tratar éste y otros trastornos de manera no invasiva y efectiva. Todo de la mano de Alejandra que instaló Andes Neurofeedback, un centro especializado en el uso de este método que fomenta el autocontrol de determinados patrones de la actividad cerebral, produciendo el óptimo desempeño neuronal del paciente, gracias a la aplicación de un software de última generación.
¿Qué es neurofeedback? Un entrenamiento cerebral que promueve el óptimo funcionamiento neuronal, estimulando el aprendizaje infantil, la capacidad de atención y concentración. Se adquiere autocontrol sobre determinados patrones de actividad cerebral. Se realiza con la aplicación de un programa informático similar a una película o videojuegos. Para registrar y modular la actividad eléctrica cerebral se usan electrodos en el cuero cabelludo, sensores que sólo recogen y analizan la actividad eléctrica del cerebro.
Previamente se realiza un diagnóstico, un mapeo cerebral, donde se identifican qué sectores se deben trabajar. Cuando el paciente se sienta, frente a él se prende una pantalla con imágenes y sonidos seleccionados, una película que permita mantener la atención y relajarse al mismo tiempo. Cada vez que el paciente exhibe un patrón de ondas cerebrales normales, obtiene una marca a modo de premio o recompensa. De esta manera, el paciente aprende a jugar con su cerebro y a autorregularlo, primero con la ayuda del programa y más tarde en sus actividades cotidianas.
Este método ha probado ser efectivo en casos de trastornos de déficit atencional e hiperactividad (TDA –TDAH), trastornos de obsesivos compulsivos (TOC), trastornos de ansiedad y ánimo, problemas de insomnio, algunas adicciones y crisis de pánico o angustia, entre otros.
QUÉ DEBES SABER
1. En la primera sesión hay un encuadre. La idea no es dejar a todo el mundo relajado, sino que tranquilo y atento. “En Palo Alto, la mayoría de los pacientes eran trabajadores de Google y de Apple, altos ejecutivos o personas que buscan esa misma tranquilidad que les permite ser más eficaces. Se debe bajar esa capacidad de tu cerebro de estresarse de sobra, hace que te calmes más rápido”.
2. Por un tema de neuroplasticidad, los resultados son más rápidos en niños que en adultos. Dentro de los mayores problemas en los menores, aparecen los trastornos del sueño. “Por el uso de pantallas, celulares o falta de higiene del sueño, veo muchos niños que duermen mal. También muchos con desregulación del ánimo. Niños que llegan a los 10 años con pataletas, todavía no aprenden a calmarse. La regulación de la pataleta tiene un origen estructura cerebral importante”.
3. Cada vez resulta más común escuchar que a temprana edad diagnostican a los niños con Trastorno de Déficit Atencional (TDA). Mediante esta técnica se entrena al niño para que logre controlar las funciones sobre las que normalmente no ejerce un manejo consciente como, por ejemplo, la planificación, la focalización de la atención, la organización de objetivos, el autocontrol y la propia regulación emocional.
“Si un niño tiene problemas de concentración, déficit atencional, se complementa con un taller de decisiones ejecutivas donde se apela a la estimulación de atención por vía tradicional, lúdica”.
4. El neurofeedback es un aprendizaje gradual, requiere de varias sesiones dependiendo de los resultados del paciente. “Cuando nuestro cerebro está en estrés está sin opción de ver otras opciones porque estoy enfocada en mi problema. Estoy un poco abrumada, me cubre una neblina. Cada vez que la persona viene le limpiamos la neblina, y estimulamos que produzca ondas de baja, alta o normales de acuerdo a su edad. Necesitamos al menos cinco sesiones, una vez a la semana, para condicionar el cerebro”.
5. Si andas hiperreactiva, se identifican estos lugares en el cerebro y se baja la red de estrés. “Cuando programamos eso en el computador con protocolo de entrenamiento, cuando estés viendo la película, se ilumina más la pantalla cuando la persona cumple todos los objetivos, cuando se relaja, cuando pone más atención. A la vez escucha un tono que es agradable al oído que suena con más volumen que la película. Las neuronas aprenden, hacen sinapsis. Cada vez que esta persona regula su actividad neuronal, hacemos un protocolo que tiende a disminuir esa actividad cerebral”.
6. ¿Se parece al efecto que logra el ejercicio o el yoga en nuestra mente? Se relaciona, pero con esta terapia se estimula un aprendizaje directo. “En este caso puede ahorrarle a una persona que no ha podido meditar, se acorta el camino. También tenemos un trabajo complementario con otras disciplinas. Pacientes que vienen con un estrés elevado, nosotros les damos audios de meditación cuando el cerebro esté en condiciones”.
7. ¿Se trata la causa? Hay una entrevista clínica donde están los antecedentes completos desde el embarazo, la historia familiar y clínica. “Ligar las causas es más complejo porque no conocimos el desarrollo de ese niño, pero sí hipotetizar en lo que han pasado. También pregunto por patrones nutricionales. Si comen alimentos ricos en azúcares y ricos en preservantes, colorantes, afecta en que te cueste más concentrarte o estar en vigilante”.
8. ¿Puede ayudar a bajar de peso? “No puedo prometer que va a venir y bajar de peso, pero sí se bajan los niveles de angustia, se puede dormir mejor, utilizando los mismos recursos. Los niveles de tareas producen angustia acumulada y aparecen los ataques de pánico. El problema de las crisis de pánico es que uno anda hiperactivo y vigilante. ¿Qué pasa con el cerebro cuando estamos vigilantes? Se activa la red de estrés, activa las glándulas suprarrenales, la glándula pituitaria, nos hace mantenernos con taquicardia”.
9. ¿Podrían volver a los patrones anteriores de déficit atencional? “A nivel estructural, nosotros trabajamos desde una mirada sistémica, entonces es neurofeedback, pero también existen consejos para los papás sobre cómo abordar la pataleta o modelar cualquier situación. Si se termina un tratamiento, están las sesiones de control una vez cada semestre. No hemos tenido regresión, aunque a esta investigación le falta desarrollo. Existe un paper famoso que asegura que hasta los 10 años se sigue con los resultados.
La sesión completa dura una hora, y existe planes diferenciados para Fonasa.
Más información en www.andesneurofeedback.com.