Chile

Karol Lucero y la madurez de los 30

Quizás gracias a su formación como scout mantiene una labor social constante. Aunque le han propuesto participar en política, asegura que con su rol en televisión logra desarrollar sus cualidades y colaborar en la desigualdad que existe en el país. No toma, no fuma y se considera sedentario. ¿Su vía de escape? Actividades adrenalínicas como el paracaidismo y el buceo.

Por: Carolina Palma. Fotografías: Gonzalo Muñoz Farías.

Conversamos en su camarín de Mega, donde tiene una cama de una plaza, televisión y baño con ducha. Así puede descansar mejor cuando no está como panelista en «Mucho Gusto», o grabando para otros programas –como el reality «Doble Tentación», el que conduce– o en la radio Carolina, que se encuentra dentro del recinto de Vicuña Mackenna. Acaba de celebrar sus 30 años, pero parece más joven. Aunque si hablamos de trabajo –cumple 10 años en televisión y radio– está notoriamente más avanzado que la mayoría a su edad.

Carismático, sencillo y divertido son palabras que lo definen en una primera mirada. Karol Dance, el que fue su nombre «artístico», está soltero. Su última relación seria –después de «Arenita» y Faloon Larraguibel– fue Catalina Vallejos. Y asegura que ahora sólo cuenta con tiempo para el trabajo. Conoce el poder de su imagen, y la explota en cuanta causa benéfica le ofrecen. Más allá de la polémica de incorporar a un hombre y una mujer con sushi encima de su cuerpo –Mega no lo dejó referirse a este tema– o sus relaciones con chicas reality, Karol no pidió regalos a los invitados a su cumpleaños, sino una colaboración en dinero para un asilo de San Joaquín que apadrina.

«Me pasa que no puedo creer que tenga 30. Es difícil cambiar de década. Pasaste de ser un veinteañero a treintón. Cuando tenía 22 años y conocía a alguien de 30, lo veía mayor. Ahora he aprendido que la juventud se relaciona más con la actitud, y los 30 son los nuevos 20 (ríe)». Toda la razón.

Antes de convertirse en animador de TV estudió Derecho, pero tuvo que congelar por problemas económicos. Esa dificultad se transformó en la gran oportunidad de su vida. «Ahora un rostro de televisión no es alguien inalcanzable. Antes uno los veía en pantalla y no sabías cómo era la vida de esas personas. Hoy todos sabemos por las redes sociales, mis seguidores saben qué hago los fines de semana, y eso me acerca harto», asegura. Por esa misma razón se transformó en el rostro Nº1 en las redes sociales chilenas.

Cumpliste 30, ¿estás maduro o inmaduro?
No sé, porque soy maduro para tomar decisiones y enfrentar mi vida laboral, pero tengo alma de niño. He tratado de postergar muchas responsabilidades que amigos o compañeros de generación ya la tienen, como ser papá o casarme. Esas responsabilidades las he postergado porque no quiero asumirlas, quiero seguir disfrutando.

Al parecer, es bueno cumplir 30 para la televisión…
Sí, lo he hablado con varias personas del medio. Para los directores de televisión, los animadores entre los 27 y 30 son difíciles, porque no saben si eres joven o adulto. No saben dónde ponerte. Es un periodo de transición para todos. A mi edad el Lucho (Jara) estaba empezando a animar en televisión. Tengo que enfrentar y vivir todo eso. Por eso me ayuda estar en «Mucho Gusto», porque es variada la responsabilidad que tengo. Desde reemplazar al Lucho, hacer menciones o hacer un móvil, hasta hablar en el panel de diferentes temas. Eso me ayuda mucho a pulirme. Además, ahora tuve la responsabilidad de conducir el reality, un programa mucho más liviano, pero que me ayuda a crecer.

Cuando empezaste en el matinal dijiste que te daba lata que te trataran como cabro chico, siendo que no lo eras. ¿Ha cambiado esa dinámica?
En realidad me acostumbré a tener ese personaje. Además, es el rol para el cual me trajeron. Cuando me lo propuso «Pablete» –Pablo Alvarado, director del programa– me invitó a formar parte de una familia donde iba a representar al hijo menor, al cabro chico, a poner un punto de vista distinto. Igual recibí críticas sobre qué iba a hacer en un matinal si venía de «Yingo», que no iba a encajar. Apostaron poco por mi participación, pero se ha podido revertir, he podido ser un aporte en muchos temas que estaban monopolizados por miradas más adultas. Es importante tener miradas de jóvenes. La Kathy, Lucho y la Paty son mayores de 50 años, y a veces no tienen dominio de las redes sociales, y yo las manejo a la perfección. Ahí he aportado bastante sobre las nuevas formas de comunicar que existen.

¿Te gustaría o te sientes preparado para animar un matinal?
Sí, está dentro de mis pretensiones. Quiero seguir en este camino de la animación. Un matinal es para la última etapa. Quiero pasar por otros programas, quizás volver a la tarde, formar parte de un programa de concurso familiar, tener una pasada por estelares. Creo que los matinales son el lugar donde cada canal apuesta por sus rostros ancla. Para llegar a ese estatus tengo que pasar por muchos otros programas. Debo llevar 6 programas no más. Me falta mucho camino.

Bueno, a los 30 igual es bastante. ¿Quieres quedarte en Mega?
Tengo contrato hasta el 2020…

Estás relajado, entonces.
No, para nada. Siempre estoy ansioso. Me da tranquilidad estar en un canal que quiere hacer cosas nuevas, que quiere cambios, pero no quiero dormirme en los laureles por tener contrato. Quiero seguir participando en el área de entretención, me gustaría hacer un programa familiar, seguir en el matinal, seguir en la radio. Me da tranquilidad tener contrato hasta el 2020; podría dejar la radio y tener las tardes libres, pero mis pretensiones laborales van más allá. Quiero seguir aprendiendo día a día, y en radio y televisión lo puedo hacer. Hoy es el momento, si no, ¿cuándo? A veces he dormido en el canal porque siento que es el momento de hacerlo.

¡Pero no lo haces siempre, supongo!
No, pero hubo días, durante el verano, que me quedaba aquí. No había ninguna diferencia. Vivo solo, y lo encuentro un beneficio porque ahorraba una hora de sueño. Aquí ponía la alarma a las 7 de la mañana, me duchaba y bajaba al programa. Sin embargo, si me iba a mi casa, tenía que poner la alarma a las 5:45. Cualquier persona con una hora más de sueño es mucho más feliz.

¿Y en qué momento disfrutas tu vida personal?
Es que esta es mi vida. Mi trabajo es una extensión de mi ocio. Me gusta mucho. No lo hago forzadamente. Lo más difícil de mi día es levantarme, pero después empiezo a vivir lo que siempre quise: las comunicaciones.

¿Dejas espacio para los amigos, por ejemplo?
Le doy mucha importancia al teléfono, porque me da la oportunidad de estar conectado con amigos o mis papás. Hoy mi trabajo no me permite estar siempre al lado de ellos, pero los siento cerca. Mi mamá me escribe para opinar sobre lo que dije en el matinal, me reta porque molesté a alguien, me felicita por algo que comenté. Aprovechar las herramientas de la tecnología a favor de la comunicación es un buen método. Soy de la generación que sabe que no solo comparto cuando estoy físicamente con una persona, sino que también a la distancia. No así en una relación amorosa. Ahí es más importante estar juntos, pero hoy privilegio lo otro. Quiero enfocarme en mi trabajo.

En una entrevista que te hicieron hace 5 años, decías que querías ser padre antes de los 30…
Siempre puse los 30 como la edad en que quería casarme y ser padre, pero ahora quiero postergarlo un tiempo más. Quiero casarme, quiero tener hijos, pero hoy estoy en una etapa en que no sería compatible, porque me dedico a trabajar. A veces veo a mis amigos que son muy felices siendo papás, pero es una felicidad que se puede postergar, en cambio lo que vivo ahora no se puede postergar. La oportunidad no te va a llegar dos veces. Lo estoy pasando bien, no lo necesito.

Has tenido pololas que siempre han salido 

en los medios. ¿Mostrarás tu próxima relación o la mantendrás en secreto?
Es que es imposible. Lo puedo intentar, pero los medios siempre están pendientes. Tengo una amiga que se hizo conocida sólo porque éramos amigos y subimos fotos nuestras a Instagram. Pensaron que estábamos saliendo y fue tildada como mi pareja sin serlo. Es difícil mantenerlo al margen. Quien está conmigo debe saber que, si vamos a una gala o un evento social o me acompaña a un programa, causa curiosidad saber quién es.

¿Se vuelve difícil conocer mujeres?
De manera seria, sí…

En serio: ¿cómo manejas esa fama con las mujeres?
Siempre hago el paralelo cuando estaba en la universidad, a los 18 años. Era difícil. Parecía un niño de 15 años. Para mis compañeras era un escolar. Si sacaba a bailar era como que un niño te sacara a bailar. Cuando entré a trabajar a CHV cambió completamente. Desde ahí las mujeres se dan el tiempo de verme en pantalla, ya me conocen, y no es necesario sacar a bailar, ellas me buscan.

¿Te gusta buscar o que te busquen?

Si quiero una relación seria, prefiero buscar. Es como la felicidad, la felicidad sólo se encuentra cuando la buscas. Tus objetivos no llegan. Uno tiene que salir a buscar. Creo que mi futura esposa, la futura madre de mis hijos, tiene que ser una mujer que salga a buscar.

¿Te gustan las mujeres mayores?
Admiro a las Milf, pero me gustan de mi edad o menores. Quizás es porque mi mamá es joven, es sólo 17 años mayor que yo (47). Me tuvo a los 17 años. Por eso veo a una mujer sobre los 40 como mi mamá. Aunque aprender de una mayor, bien igual (ríe).

No tomas, no fumas, no te drogas. ¿Nunca te tentaste?
Probé marihuana y alcohol, pero no me gustan. Mira, es que tengo un rollo de infancia parece. Cuando era scout visitábamos hogares de ancianos, y el común denominador de los que estaban ahí que no los iban a visitar, abandonados por sus familias, era por su abuso de alcohol o drogas. Eran alcohólicos que golpeaban a sus familias y los decidieron dejar ahí. A los 14 años me hizo clic esta situación. Me di cuenta que es evitable no consumiendo drogas, no bebiendo, y lo tomé como estilo de vida.

Cuando uno bebe alcohol va más allá de sus límites. De alguna forma, se libera. ¿Cuándo te pasa eso, entonces?
Me relajo saltando de un avión a cuatro mil metros de altura a la nada. Soy paracaidista. Cada vez que estoy en Santiago los fines de semana, intento hacerlo. Saltar de un avión es lo mejor del mundo, disfrutas el paisaje, libero tensiones, me siento libre. Era un sueño que tenía en común con mi abuelo. Siempre pensaba en lo rico que debía ser volar, salir de un avión. Nunca lo hizo, y siento que lo cumplí por los dos.

Uno ve tu Instagram, ¡y disfrutas tanto! Viajas harto, incluso solo. ¿Te gusta?
Antes era de la política de disfrutar con quien pudiera, o solo. Recorrí Europa y Estados Unidos sin compañía. Pero en el último viaje descubrí que la felicidad es completa cuando la compartes con alguien, porque habían situaciones, como cuando estuve en el Vaticano, que me hubiese gustado compartirlas y después decir «¿te acordai?». Pero creo que todos deberían viajar solos alguna vez. Ahora decidí que todos los viajes los haré con alguien, como ir a bucear. Qué rico bucear y descubrir la fauna marina.

¿Esos son los mayores lujos que te das?
No sé si son lujos, pero son las actividades recreativas que hago. No soy deportista, sino súper sedentario, pero boto adrenalina ahí. La adrenalina buceando o la que uno siente en un avión, cuando ves a tus amigos desaparecer en el aire, es increíble.

¿No te da miedo la muerte?
No, para nada. A veces siento más miedo cuando voy en la carretera a hacer paracaidismo. Hoy los accidentes de tránsito matan más gente. ¿Cuándo escucharon el último accidente en paracaidismo? Es muy poco probable. Hago locuras para no volverme loco (ríe).

Exacto. Algunos pueden pensar que eres «loco», pero eres lo que llaman «centrado». Tienes tu auto, departamento…
Tengo 10 departamentos…

¡Tantos!
Es que cuando comencé a trabajar en «Yingo» entré con una mentalidad que no sé si era la correcta, pero que me ha dado resultado: siempre pensé que el éxito se acabaría en algún minuto. Entré a trabajar en los medios para juntar plata y retomar mi carrera de Derecho, porque la congelé por plata. Me pagaban 200 lucas por llevar público a CHV, comencé a hacer eventos, y decidí ahorrarlo todo. Vivía con las 200 lucas que me había acostumbrado a vivir, y lo extra lo ahorraba.

En algún momento dijiste que querías dedicarte a la política. Con todos los actos benéficos que realizas, pareciera que tu carrera puede tomar esa dirección.
No a la política propiamente tal. Mi objetivo siempre ha sido el servicio público, desde los scouts. Me gusta estar en contacto con la gente, y en las comunicaciones encontré el lugar perfecto, porque combino la popularidad que alcanzo con actos solidarios. Al bingo de «la señora Juanita» en Maipú, llevo gente. Ahí conecto lo que quería: servir a la comunidad, agradecer lo bien que me ha ido y poner a disposición lo que más me gusta hacer, que es animar. En los bingos me tomo una foto, animo, todo se conecta y logro lo que siempre desee: ser un aporte, ayudar a quien lo necesite. Sería ideal que los bingos no existiesen, que las políticas públicas pudiesen subsidiar la necesidad de las personas, pero mientras no suceda, no me quedaré de brazos cruzados. A veces los sábados podría quedarme en mi casa viendo Netflix, pero opto por dedicarme a ayudar a los demás. Es una forma de agradecer. Me siento súper afortunado. Valoro el trabajo que he hecho, pero la gente también tiene responsabilidad por su apoyo, su buena onda.

¿Te han llamado de algún partido político?
Sí. Para la última elección presidencial entrevisté a todos los candidatos, y tres partidos me preguntaron si quería participar en sus campañas, pero no. Uno puede aportar de otra manera, sin involucrarse en política. Por esa razón ahora lo descarto. No es necesario dedicarse a la política para ayuda a la comunidad. En televisión también cumplimos el rol de ayudar. Por ejemplo, en «Mucho Gusto» hace poco reunimos 70 millones de pesos para ayudar a un niño que necesitaba un trasplante.

¿Votas?
Desde los 18 años.

¿Cuál es tu tendencia política? ¿La quieres decir?
Prefiero…, mi tendencia es la que mejore el país. La política representa poco a los jóvenes, pero es importante que nos involucremos. He sido vocal de mesa, fui censista. Algunos decían que lo hice por la televisión, y sí, le sirvió al programa, pero mi respaldo es que el 2002, cuando tenía 15 años, también fui censista y no tenía que hacerlo para las cámaras. Me gusta el acto ciudadano.

Hablemos de temas femeninos. ¿Estás de acuerdo con la despenalización del aborto por las tres causales?
Sí, es fundamental, porque la mujer debe tener el derecho de escoger qué hacer. Muchas personas pueden estar en contra, y es respetable, pero quien quiera hacerlo, tenemos que darle la opción de hacerlo de manera correcta.

¿Te consideras feminista?
No sé. Sí creo que los hombres tenemos una deuda histórica con las mujeres. La postergamos por la fuerza bruta del hombre, recién después de 1900 pudieron votar. Nuestras madres se postergaron por el machismo, no siguieron estudiando. Esa deuda se está pagando, nivelando, falta mucho, pero es importante que tomen el sitial que merecen. Son el pilar de la sociedad.

Trabajas en televisión y radio. ¿Consideras importante cuidar el vocabulario al hablar sobre las mujeres o no ponerlas en un lugar de objeto sexual?
Siento que hay que tener cuidado. La exageración del feminismo nos hace pasar a llevar otro derecho fundamental de las personas, que es la libertad de escoger qué hacer. Mientras estas cosas no seas obligadas, deben valorarse. Las mujeres han ganado un sitial, pero muchas veces ellas deben respetar la decisión, erradas o no, de un hombre o mujer.

Como mujeres que quieren mostrarse en ropa interior en pantalla…
Sí, a veces no se respetan decisiones como esa. La dignidad de una mujer no pasa por lo que piensa una, sino que es un conjunto de atributos que para una mujer puede ser aceptada y para otras no, pero se debe respetar.

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