Por Jessica Celis Aburto.
Foto: Gonzalo Muñoz F.
A los 39 años Magdalena Max Neef (54) se casó por primera vez, «con todas las de la ley», con el actor Juan Bennett. Ella ya tenía un hijo (Matías) y no estaba entre sus planes el matrimonio ni agrandar la familia. «Soy de esas personas que disfruta estando sola. No tengo la necesidad de estar en pareja, pero con él me pasó que sentí que era una persona que no me molestaba. Me gustaba tenerlo a mi lado, y sentí que era pura ganancia. Tuve la sensación que podía ejercer mi libertad estando en pareja», cuenta.
Llevan 18 años juntos, y al primer hijo de la actriz la pareja sumó a Elisa (15) y Sofía (13). Y Matías los hizo abuelos de Sara (11) y Micaela (9), quienes viven con ellos; ella es la «güela» y él, el «tata».
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¿Cómo has asumido el hacerte cargo de tus nietas en relación a tu rol como mamá?
Es muy distinto. Cuando nacieron dije «no voy a chochear tanto»…, y la verdad es que chocheo mucho. Soy como una abuela-mamá. Igual les pongo normas, las hincho y las reto. Con la Micaela, que es la más chica y es muy regalona, a diferencia de la Sara, mi otra nieta, que es súper independiente, creo que soy más condescendiente. La Elisa y la Sara son súper independientes, pero la Micaela y la Sofy son más mamonas, entonces es distinto el cómo me relaciono con ellas. Y no tiene que ver con favoritas. Juan es el que se las lleva todas, pobrecito…
¿Por qué?
En su familia son 9 hermanos hombres, y ahora se encuentra con puras mujeres.
¿Cómo se ha relacionado con este universo femenino?
Alega, encuentra que todas somos locas y tenemos códigos que no entiende (risas). Y claro, las cabezas de hombres y mujeres son muy distintas. Dice «¡todo es puro atado!». Hace unos años me fui a Brasil con la «Nena» Muñoz (su amiga, la actriz y guionista Elena Muñoz) y él se fue de vacaciones con nueve mujeres de todas las edades, porque las niñitas invitaron a amigas.
¡San Juan!
Sí, tiene harto de santo, pero igual es bien gruñón (risas). Mi marido es un sol, pero alega… (risas), aunque finalmente hace todo por todas.
¿Muy complaciente?
No diría que complaciente, pero sí muy cariñoso, preocupado. Es un papá exquisito, pero pone más límites que yo. Yo tolero mucho más el caos.
Efectivamente. Magdalena cuenta que ella y su marido son muy distintos: él es muy estructurado y ella vive en el otro extremo. «Somos muy diferentes. Se queja porque yo me pierdo fácilmente, dice que es como mi Waze, lo llamo de las partes más increíbles porque tengo un problema severo con los puntos cardinales. También se me pierden las cosas, soy como desordenada de cabeza, se me olvidan. Él es súper organizado. Es fantástico para viajar porque se preocupa de todo y hace las maletas una semana antes (risas). También es muy puntual y llega una hora antes a todos lados, incluso a los cumpleaños (risas). Pero en lo profundo y valórico, en el humor, tenemos muchas coincidencias», confiesa.
Durante sus años de matrimonio han trabajo muchas veces juntos. Sin embargo, hace 3 por primera vez levantaron un proyecto en común: la obra en formato stand up-comedy «Por qué a mí», que tuvo exitosas temporadas y también giras en casinos y empresas. Hoy ya tienen una segunda parte.
Con tantas diferencias de carácter, ¿cómo ha sido trabajar juntos?
Discutimos harto. Hicimos «Por qué a mí 2», para empresas y donde agregamos el personaje de la «suegra» que hace mi otra gran amiga, la «Pepi» Velasco (Josefina Velasco), y él dirige. Según él yo no lo dejo dirigir porque doy indicaciones todo el rato y nos peleamos (risas). Pero la verdad es que más allá de eso, trabajamos súper bien. Encuentro que somos un re-buen equipo. En muchos sentidos como que Juan me resuelve la vida, me ordena la cabeza.
¿Cómo se logra no enganchar y terminar a los gritos?
Es muy divertido porque vengo de una familia donde siempre se discutió, era parte de la dinámica familiar, siempre con respeto, sin insultos ni golpes (risas). Juan viene de una familia donde no se discutía. Finalmente nos fuimos acomodando el uno al otro. Ahora yo peleo menos, también porque antes lo hacía por todo. Uno se cansa de eso. Y a él ahora le da lo mismo que me enoje, no me pesca ni en bajada.
¿Qué consejo darías a las parejas para salir adelante, para no quedarse pegadas en las diferencias?
Es tan difícil aconsejar, porque lo que aprendí lo hice a punta de echar a perder y equivocarme. Creo que hay un factor suerte muy importante, que tiene que ver con que encuentras a la persona adecuada para ti. El sentido del humor es súper importante, y quererse harto, porque la verdad es que cuesta soportar al otro. Todos somos muy pesados y fomes a veces, y es fundamental darse cuenta que la vida es lo menos perfecta que hay. Las relaciones y las parejas son lo menos perfectas que hay. No todo tiene que ser taaan importante. Creo que ninguno de los 2 somos demasiado fáciles, pero todos los esfuerzos para adaptarnos no pueden valer más la pena: tengo una familia que me encanta. Es bien caótica, somos súper distintos, pero me entretiene un montón.
ACTRIZ Y COMUNICADORA
Magdalena está al aire en radio Infinita de lunes a viernes desde las 18 horas, en el programa «Lo que el viento no se alcanzó a llevar». Y en el teatro es parte del elenco de «Tu mujer tiene un amante y mi marido también», (Teatro San Ginés, viernes y sábado a las 22 horas). Consultas sobre «Por qué a mí 2» para empresas al mail maxneefconsultores@gmail.com