Los ciempiés y milpiés son animales tan simpáticos como aterradores. Ya sea que te gusten o te den miedo, tienen propiedades increíbles que probablemente no conozcas y te van a sorprender. Pero si no te agradan, la cosa se puede poner peor.
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El investigador del área de Ciencias Biológicas del Centro Universitario de la Costa (CUCosta), Fabio Germán Cúpul Magaña, sostiene que hay estudios clínicos que demuestran que el veneno de algunas especies de ciempiés puede tener aplicaciones en la salud pública por sus efectos calmantes del dolor y desinflamatorios.
En la Reserva de la Biósfera de Chamela-Cuixmala (RBCC) que se ubica en el municipio de la Huerta, Jalisco, habitan cerca de 20 especies de ciempiés y milpiés de las 168 que existen en el país. Según cuenta Cúpul Magaña, algunas fueron descritas desde hace 50 o 60 años y no se habían vuelto a ver.
Cúpul Magaña se encarga de estudiar la diversidad de ciempiés y milpiés en México, porque aunque para ti sean lo mismo, tienen ciertas diferencias. Ambos son miriápodos por su cantidad de patas; el ciempiés tiene entre 15 y 191 pares de patas mientras que el milpiés puede tener desde 22 hasta más de 300.
Otra diferencia entre ellos es que los milpiés tienen 2 pares de patas por cada segmento de su cuerpo, tienen forma cilíndrica y son herbívoros. Los ciempiés tienen el cuerpo comprimido con un par de patas por segmento y aunque no lo creas, son depredadores.
De hecho, el primer par de “patas” en realidad son una especie de colmillos capaces de inyectar veneno que puede entumir, inflamar, destruir tejido y en casos muy excepcionales, causar la muerte, siendo más común en las especies asiáticas y sudamericanas.
En este sentido, los milpiés son un poco menos peligrosos aunque producen sustancias que pueden decolorar la piel o ser desagradables para la nariz y la boca, sin embargo, su faceta más amenazante es como plaga de cultivos.
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Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma del Estado de México (UNAM) y de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) ya están trabajando con el veneno del ciempiés para descubrir sus posibles usos.
Desde hace tres años, varios investigadores de diferentes estados hacen llegar especies de ciempiés y milpiés hasta la Estación de Biología de Chamela de la UNAM para que Cúpul Magaña los revise.
La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) aprobó la elaboración de un inventario de especies de ciempiés que habitan en México. Esto representa visitas a museos en Europa y Estados Unidos para estudiar sus colecciones e involucra a varias universidades como la Autónoma del Estado de Hidalgo, UdeG y la Universidad de Padua en Italia.
El veneno es sin duda una sustancia tan extraordinaria como las criaturas que lo producen y hay un gran campo de investigación en esta materia. Un ejemplo exitoso del uso de veneno para fines médicos es el del escorpión azul, el cual se utiliza en Cuba desde hace varios años como tratamiento alternativo contra el cáncer.
Fuente: Veneno de ciempiés como auxiliar para la salud (El Universal)