Este último tiempo se ha puesto muy de moda el utilizar pastillas y ungüentos hechos de hierbas para prevenir enfermedades como resfriados o jaquecas, o para estimular la memoria. De hecho, en Estados Unidos, gastan un estimado de $5 mil millones al año en estos suplementos. Pero no todo es lo que parece.
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Un grupo de investigadores canadienses examinaron el contenido real de 44 botellas de suplementos populares vendidos por 12 empresas en Estados Unidos y Canadá, y encontraron que muchos de estos no eran lo que decían ser.
De los 44 suplementos puestos a prueba, un tercio mostró sustitución pura y simple, es decir, no había ni rastro de la planta anunciada en la botella, solo otra planta en su lugar, y muchos otros estaban adulterados con ingredientes que no figuran en la etiqueta, como el arroz , la soja y el trigo , que se utilizan como material de relleno.
“Esto sugiere que los problemas son comunes y que el control de calidad para muchas empresas , ya sea por ignorancia , incompetencia o deshonestidad , es inaceptable. En vista de estos resultados, es difícil recomendar los suplementos a base de hierbas para los consumidores.”, dijo David Schardt, nutricionista senior en el Centro para la Ciencia en el Interés Público.
Entre sus hallazgos vieron que las botellas de suplementos de equinácea, utilizada por millones de estadounidenses para prevenir y tratar los resfriados, contenían otra hierba, la Parthenium hysterophorus, una planta invasora que se encuentra en la India y Australia que se ha vinculado a las náuseas y flatulencia.
La vigilancia de la industria de los suplementos es un reto especial. El F.D.A. requiere que las empresas pongan a prueba los productos que venden para asegurarse de que son seguros. Pero el sistema funciona esencialmente en el código de honor. A diferencia de los medicamentos con receta, los suplementos son generalmente considerados seguros hasta que se pruebe lo contrario.
