A primera instancia podríamos pensar que estamos en pañales en materia de separación, colecta y reciclaje. La noticia es que sí recolectamos, sí reciclamos, pero al final ese material es aprovechado por terceros. Según datos de El Financiero, en México se recolecta un 97% de las latas de aluminio. De este material un 50% o más se vende a Estados Unidos, donde se aprovecha, lo transforman y, al final, nos lo vende.
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El problema que enfrenta México va más allá de la cultura de la recolección — algo que, al parecer, estamos haciendo bien —. Estamos ante una crisis en el desarrollo de tecnología y falta de infraestructura para el correcto aprovechamiento de desechos; en especial, el aluminio y el plástico. Existen empresas que se dedican a ello, sin embargo, los atractivos precios de venta obstaculiza al desarrollo del sector.
Consideremos que en México se tiran 15 millones 400 mil latas al día, serían 10 mil 348.8 millones al año. Necesitas 65 latas para formar un kilo, lo cual nos lleva a la cifra anual de 80 mil 640 toneladas. Considerando que cada kilo se vende entre 15 y 18 pesos mexicanos, resulta un negocio atractivo a corto plazo. A la larga resulta contraproducente.
La mitad de las latas de alumnio recolectadas es vendida y exportada a Estados Unidos. Nuestro vecino del norte transforma el material y nos lo vende en alguna de sus presentaciones; ya sea como lata de alimentos, material para construcción y, en mayor porcentaje, como autopartes.
México necesita plantas de reciclaje que le permita transformar estas latas de aluminio que se fugan al extranjero. El principal problema es que los costos de dichas plantas son muy elevados; se tienen que traer del extranjero y, al final, resulta una inversión muy riesgosa. Se calcula que el valor de una planta puede alcanzar los 10 millones de dólares, dependiendo de las características y el país de origen.
Resulta increíble que estemos inmersos en este circulo vicioso, donde recolectamos, vendemos y compramos el mismo material — al menos no se queda tirado en las calles —. Si queremos un crecimiento en el sector, se debe impulsar a la industria con inversiones o, bien, desarrollando tecnología propia para el reciclaje. Un tema más pendiente en la materia.
Link: El Financiero
Foto: Jose Gregorio Soro (Flickr) / (cc) by-nc-sa