Hay más de 7500 variedades de tomates. Hay tomates rosados, blancos, grises, tomates a rayas, tomates piel de durazno. Tomates redondos, largos, con forma de pera, con gajos. Tomates del tamaño de un dedo o de dos manos. Sin embargo hoy casi todos son uniformes, rojos y redondos, y algunos amarillos. Los primeros tomates cultivados eran naranjo claro, los reprodujeron los Aztecas en México y los llamaron xitomatl, que quiere decir cosa regordeta con ombligo.
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El tomate (Lycopersicum esculentum) es uno de los ingredientes básicos en la alimentación moderna de occidente. Es una planta originaria de nuestro continente Americano. Antes de Colón crecía naturalmente desde México hasta Argentina. Según Wikipedia, el más grande productor de tomate en el mundo hoy es China. Luego Estados Unidos, Turkía, Egipto e India, con más de 125 millones de toneladas producidas en promedio cada año.
Botánicamente el tomate es el ovario de la planta, definición que corresponde a las frutas, pero como su dulzura es menor que las frutas que se consumen comunmente es más usado como verdura, en ensaladas y platos de fondo. Hoy en día es una de las variedades más manipuladas por la genética de los alimentos, porque es tanta la demanda a nivel mundial que los laboratorios y los productores se han unido para desarrollar variedades eficientes y de más fácil manejo. Lo que pasa en forma natural con esta planta es que es tan independiente en su reproduccón, que resulta difícil de manejar en cantidades industriales.
El tema de las semillas y las variedades está en alerta, de las 7500, no son más de cien las que se ofrecen hoy a los consumidores en el mundo, esto se ha dado por falta de información y por prisa. A nivel de supermercado la gente ya se acostumbró a la uniformidad de los productos y espera encontrar tomates redondos y rojos. El costo es cada vez más evidente, en una generación ya hemos vivido todos la perdida del sabor y el verdadero olor del tomate.
Las variedades originales, también llamadas Heirloom, son un tema en la conservación de alimentos en muchos países, hay bancos de semillas activados en todos los continentes para salvar las especies originales y seguir cultivándolas de formas éticas con igual o mejor resultado que a través de serias operaciones genéticas. La información sobre sus origenes y diversidad va ayudando a que el público exiga a los productores volver a las variedades más puras y con más sabor, de formas más éticas.
Es fácil dar ejemplos y cifras para una planta tan popular, pero este mismo fenómeno se da en todos los cultivos, también en los ornamentales, hierbas culinarias, pastos y árboles. El futuro de la diversidad está en manos de los consumidores, si cada uno busca y exige los productos más puros, los originales, las variedades, en todas las áreas, se dará que cada día los productores busquen satisfacer esta necesidad y se declare la trazabilidad completa de los cultivos, todos los químicos que se utilizaron en la producción, incluso el origen de las semillas. Los supermercados Sainsbury’s, en Inglaterra, tienen productos libres de químicos y pesticidas en oferta al público desde 1983, por la cantidad de cartas que recibieron del público pidiendo productos de mejor calidad.
