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Un truco infalible de belleza:
El pitanguy. Es mi colorete café oscuro con brocha especial, que hace que en la tele o en reuniones sociales (donde hay que estar guapa) los kilitos de más no se noten tanto. ¡Ah! Y mis fajas de todo tipo, y los sostenes con push-up.
¿Y algún secreto casero?
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Me gusta mucho usar aceites en el pelo. Hago un mix con aceite de oliva y de argán, que lo deja suavecito; luego caliento una toalla en el microondas y con ella y una gorra me lo envuelvo por 20 minutos. Es fácil, bueno y barato.
¿Te fijas en el jabón que usas?
Sí, me encantan los productos de buena marca para el cuerpo. Diariamente uso Dove y las espumas de baño de olores diversos de O2; hay una de lavanda para ir a hacer tuto, ¡rica, rica! Y las bolitas efervescentes de Lush… Hay tantas cosas que me gustan. Es que me encantan los baños de tina, con música suavecita y velitas.
¿Cambias con frecuencia el shampoo?
Poco. Me mantengo siempre en los de L’Oreal para pelo teñido… Pero en lo que invierto harto, y sí compro, son buenas cremas y ampollas. Además, voy todas las semanas al salón de Hugo Guerra y Fernando en Presidente Riesco, a mis masajes de todo tipo para la reestructuración capilar. Eso es sagrado y vital para un pelo sano.
¿Lápiz de ojo o delineador líquido?
Lápiz de ojo, aplicado por mis fabulosas y exquisitas maquilladoras del canal, o la topísima Vanessa Souza.
Pasar por el quirófano: ¿necesidad u opción?
Hoy para mí es una necesidad. Lo que pasa es que soy cobarde y amarrete. El último embarazo de mi hija me desarmó, fue rico, pero me fui al chancho con los kilos. Subí 28 y, de esos, todavía no logro bajar 10, ¿qué hago?… A veces me complico un poco, pero también siento tanto cariño y amor de mi público, que ya no es tema. Quizás me estoy asumiendo que seré la rellenita más simpática de la TV. Es que soy mala para las dietas, y por eso amé el programa «Cuestión de peso», de Canal 13.
¿Perfume cítrico o dulce?
Ambos. Mi marido me trae uno de regalo cada vez que puede, ¡me encantan!… Uso de hombre y de mujer, y a veces los mezclo hasta con aceites esenciales como, por ejemplo, el Ylang Ylang, que me fascina.
Accesorio que nunca te quitas:
Mi anillo de 5 años de matrimonio, mis argollas, y la pulsera que mi abuelita Juanita me regaló a los 15 años. Es un recuerdo de familia que se hereda de mujer a hija o nieta… En mi caso, mi papá no tuvo hermanas y por eso la recibí, por ser la nieta mayor, y será de Sofia cuando cumpla esa edad.
¿Qué es lo que más destacas en tu look?
¡Uf!, qué fuerte, no tengo idea. Lo que sí, trato siempre de rescatar mi personalidad, y ser muy de verdad y auténtica. Bueno, y a Carlos le gustan mis ojos.
Tu mayor placer estético:
Mis tónicos de colágeno de China y mis masajes reductivos con la Irmita en «No más kilos», marca española de belleza para la que trabajo en marketing.
Te vas a un reality, y sólo puedes llevar 4 productos o elementos de belleza, ¿qué eliges?
No me voy ni por 5 palos verdes a un reality, me muero de pena y de plancha, «nica»… Pero jugando, me llevaría mi cepillo de dientes, crema facial, aceites para el pelo para poder desenredarme con algo, y mi perfume sí o sí, para sentirme sexy, ¡aunque sea con las palmeras!