“Nací en una comunidad rural muy pobre”
Diana Caiza, alcaldesa de Ambato, es un ejemplo de resiliencia, empoderamiento y liderazgo femenino en Ecuador. Nacida en una comunidad rural empobrecida, su vida no ha sido fácil, pero su historia demuestra que con esfuerzo, determinación y la capacidad de soñar en grande, todo es posible.
Desde joven, Caiza vivió las dificultades de una familia humilde. A los dos años, su padre falleció en un accidente de tránsito, lo que obligó a su madre a ser el pilar de la familia. Consciente de las limitaciones económicas, su madre y ella vendían en mercados y calles de Ambato, luchando cada día por poder llevar comida a su hogar.
A pesar de los desafíos, Diana se enfocó en sus estudios, logró graduarse de la universidad y, a los 18 años, se convirtió en madre y esposa. Su vida no fue fácil, pero su corazón nunca dejó de soñar.
Su incursión en el mundo de la política fue un paso crucial hacia el cambio. A pesar de las dificultades, Diana Caiza se convirtió en concejala alterna.
Posteriormente, su esfuerzo y trabajo le valieron la mayor cantidad de votos como concejala rural, lo que la llevó a ser vicealcaldesa de Ambato. Hoy, al frente del cantón como alcaldesa, lidera con la misma firmeza con la que asumió sus primeros desafíos políticos.
Uno de sus principales enfoques es el trabajo social para los más vulnerables: jóvenes, niños, adultos mayores y mujeres. En sus palabras, la clave está en ser un apoyo para la comunidad sin perder de vista el hogar, la familia y los valores que la han acompañado toda su vida.
Aunque su rol político es exigente, Diana siempre encuentra tiempo para ser madre, estar atenta a la salud y educación de sus cuatro hijos y participar activamente en su vida familiar. Agradece el apoyo incondicional de su esposo, quien ha estado a su lado en cada paso de este recorrido.
La motivación de la lideresa para trabajar por las mujeres de Ambato surge de su propia experiencia y de la fuerza que ha recibido de las mujeres de su ciudad: amas de casa, campesinas, emprendedoras y empresarias. “Muchas de ellas me dan la energía para seguir adelante”, comenta.
Bajo su liderazgo, se ha creado la primera escuela municipal de emprendimiento, donde muchas mujeres, algunas madres de familia, pueden capacitarse y sacar adelante sus proyectos y negocios. Además, ha apoyado a los estudiantes que estudian desde casa, proporcionándoles implementos tecnológicos esenciales para su educación.
“Uno jamás debe olvidar desde dónde viene y hacia dónde va”
A lo largo de su carrera, ha recordado siempre la importancia de no olvidar de dónde viene. “Uno jamás debe olvidar desde dónde viene y hacia dónde va”, expresa con convicción. Esta filosofía le ha permitido construir un camino sólido hacia el futuro, sin perder su identidad ni sus raíces.
Durante la entrevista nos habló sobre las Fiestas de las Flores y las Frutas, donde jóvenes de la ciudad se presentan como candidatas a reina. Estas festividades son un escaparate de la cultura ambateña, con presentaciones artísticas, culturales y ferias con artesanos locales que exponen la mejor producción de cuero y calzado de Ecuador.
Gracias a la colaboración con la Diócesis de Ambato, incluso se realiza la bendición de las flores y las frutas, símbolos de la riqueza natural de la ciudad.
Diana Caiza continúa su labor como alcaldesa con la convicción de que, como mujer, madre y líder, puede inspirar y transformar a Ambato. Su historia es prueba de que, aunque el camino sea difícil, siempre hay espacio para crecer, aprender y, sobre todo, empoderar a los demás.
