La llegada de un bebé es motivo de alegría y justo cuando ya se entra en la recta final del embarazo, se hacen rituales para que el parto termine felizmente y la bienvenida al mundo sea grandiosa. Los baby shower se realizan desde hace miles años, pero como lo conocemos hoy día se popularizó gracias a la cultura de Estados Unidos en el siglo pasado.
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Las antiguas civilizaciones, como la egipcia, griega y romana, las mujeres celebraban la llegada de un bebé con rituales religiosos y regalos para la madre y el niño, aunque estos eventos solían ocurrir después del nacimiento. Luego en la Edad Media y el Renacimiento las familias adineradas empezaron a regalar objetos valiosos a las futuras madres.
En Inglaterra y Estados Unidos, durante el siglo XIX (19) se hacían reuniones en honor a las futuras mamás, aunque eran discretas y con té y bordados, evitando hablar abiertamente del embarazo.
Pero, ya en el siglo XX, tras la Segunda Guerra Mundial, con el auge de la clase media en EE.UU., se instauró el baby shower como una reunión familiar y de amigas en la que se ofrecían regalos prácticos para ayudar a los nuevos padres a prepararse para el bebé.
¡Adiós al baby shower, bienvenida la ayuda!
La fiesta para recibir al pequeño se convirtió casi que en una tradición en todo el continente americano, pero ahora de nuevo Estados Unidos vuelve a instaurar una nueva forma de agasajar a la parturienta, pero esta vez no con regalos ni para ella, ni para el recién nacido, sino con acciones para aliviarle la carga doméstica a la embarazada.
Como bien es sabido una ves que llega el postparto los padres tienen poco tiempo para dedicarle a los quehaceres del hogar, pues a duras penas los minutos libres alcanzan para descansar o hacer lo más vital. Pues ahora, la nueva dinámica consiste en que el grupo de amigas coordinan con la madre para visitarlas todas en su casa.
Una vez allí, cada una asume una tarea: limpiar, ordenar, lavar la ropa del bebé, asear el patio, y entre todas cocinan para varios días, de modo que durante la primera semana los padres solo calienten y coman, para que así se dediquen al bebé y a descansar.