Las metas que tenía Norma Lizbeth Ramos, de 14 años, quedaron incumplidas, el bullying acabó con su vida. Presuntamente, las manos de una de sus compañeras de clases fueron la causante de la desgracia. En video quedó grabada la brutal golpiza que le propinó, pues, al parecer, no toleraba su color de piel.
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Esta no era la primera vez que Norma sufría un ataque, pero sí fue la última, con esta se acabaron los sueños y las alegrías de su familia. En Teotihuacán, Estado de México, están todos consternados por su partida, por la intolerancia, la discriminación y la violencia que hay dentro de los planteles educativos y que se extiende fuera de sus muros.
Pero en especial, por la ineficacia con la que se trata el acoso dentro de las escuelas, donde hay poca o nula conciencia y operación para erradicarlo. Norma Lizbeth estudiaba la Secundaria Oficial 0518 Anexa a la Normal. Cansada de las constantes humillaciones y vejaciones por parte de otras estudiantes, la jovencita aceptó el reto para ponerle fin el pasado 21 de febrero.
A la salida del colegio la esperó un grupo. Uno de sus miembros salió al ataque. Feroz y sin piedad se ensañó contra Norma. Todo quedó grabado. Nadie las separaba mientras era golpeada en su cabeza con puños y una piedra. Al contrario, otros apoyaban la pelea.
Ella quedó aturdida por los golpes y con la nariz fracturada. Fue hospitalizada y luego dada de alta. Como si eso fuera poco, fue sancionada por la directora del colegio, la suspendió: debía recibir clases a distancia.
El retorno a las aulas debía ser el próximo 21 de marzo, ya jamás lo hará. Norma tuvo constantes desmayos y náuseas tras ser dada de alta, producto del trauma craneoencefálico que sufrió. Murió el pasado 13 de marzo. Su agresora y cómplice están prófugas.
“Quería ser enfermera”
La muerte de Norma ha sido desgarradora para su familia y los pocos amigos que tenía. Ella era muy tímida y en más de una ocasión manifestó a profesores y directivos de la secundaria sobre los ataques físicos y psicológicos que vivía por su color de piel, pero nadie hizo algo por evitar la tragedia.
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Su más grande sueño era ser una grandiosa enfermera, quizá para cuidar a otros como no lo hicieron con ella. Una de sus compañeras contó al diario El Universal: “Conocí a Norma Lizbeth desde tercero de primaria, era una de mis amigas. Desde la primaria sufría mucho bullying por su color, era algo feo y ella me contaba que quería ser enfermera”, contó su amiga Fernanda.
“Asesinaron a una niña de 14 años, con sueños y metas, aun con mucha vida por delante, desafortunadamente le arrebataron la vida por cuestiones de bullying, la golpearon incluso con piedras, hubieron muchos estudiantes partícipes que en vez de ayudar solamente grabaron y se burlaron, la directora y algunas autoridades escolares, inclusive maestros conocían la situación de esta niña y no hicieron nada”, relató su amiga.
Alma Delfina, hermana mayor de Norma, manifestó al diario 24 horas: “Quiero que mi hermana sepa que vamos a hacer justicia, que esté donde esté que sea feliz porque ya nadie más la va a lastimar”.
La directora del colegio fue destituida y la Fiscalía General de Justicia del Estado de México abrió una carpeta de investigación.
