El acoso se ha convertido en un factor que tiene incidencia en hombres y mujeres en diferentes grados y contextos. Sin embargo, hoy vamos a hablar acerca del acoso hacia hombres y ¿por qué lo han normalizado tanto?
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Que un hombre denuncie un caso de violencia física, psicológica, no es común en Ecuador, aunque ¡sí, se presentan y hay! Esto nace de cierta forma por la concepción que se ha desarrollado alrededor del hombre ecuatoriano, que tiene que ser fuerte, que nunca puede ser maltratado y que siempre debe mantener la figura masculina dentro de la familia, amigos y hasta en el trabajo.
¿En serio vas a denunciar que te acosaron? A estas y otras preguntas se enfrentan los hombres al momento de denunciar si son víctimas de acoso. Al parecer, está muy estigmatizado que el sexo masculino pueda declinar estos comentarios sin ir hasta instancias legales, pues el hecho de hacerlo, es sinónimo de vulnerabilidad.
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Acoso cibernético
Es claro el ejemplo de acoso cibernético con tan solo entrar a las redes sociales. TikTok acoge a un sinnúmero de hombres, mujeres y marcas que tienen como imagen de sus cuentas a hombres o mujeres, sin embargo, un ejemplo de esto es el video de un par de chicos haciendo publicidad de los productos de una empresa. La mayoría de comentarios son halagando a los jóvenes y ¿si fuera al revés?
Algunos años atrás, un caso que conmocionó a Latinoamérica fue el de una joven mexicana que denunció y logró meter en prisión a un taxista que la llamó “guapa” mientras ella caminaba por la calle. El consenso fue que la mujer tenía toda la razón, porque, finalmente, se trató de un acoso directo y los halagos no fueron solicitados por ella.
Acoso laboral
En Estados Unidos se llevó a cabo un estudio que reporta que 1 de cada 5 casos reportados de acoso sexual laboral, es de mujeres hacia hombres. Aunque hemos normalizado una conducta bromista y común entre los compañeros de trabajo, ese hombre al que consideramos no afectamos puede cargar con un gran peso emocional.
Hay que dejar claro que detrás de acoso a mujeres existe un contexto: feminicidios, sexismo y otros detalles que realmente engrozan las listas de denuncias por acoso sexual, laboral y cibernético que deben ser erradicados.
Humillación, burlas y críticas
Las redes sociales se han convertido en los testigos claves de estos procesos. En las mismas plataformas hemos visto reveladoras fotos de hombres, pláticas privadas, y aunque en muchos casos merecen ser expuestos como un signo de alarma para otras mujeres. Estos mismos también son testigos de las burlas, humillaciones y críticas si alguno de ellos tomara la decisión de denunciar si es víctima de acoso.