La Cooperación Alemana, implementada por la GIZ, a través del programa Prevención de violencia contra las mujeres (PreViMujer), elaboró un estudio pionero en el Ecuador, junto a la Universidad San Martín de Porres (Perú), denominado: “De la evidencia a la prevención. Cómo prevenir la violencia contra las mujeres en las universidades ecuatorianas”.
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El Dr. Arístides Alfredo Vara Horna actualmente Director del Instituto de Investigación de la Facultad de Ciencias Administrativas y Recursos Humanos en la Universidad San Martín de Porres. Ha venido trabajando en el modelo de gestión para la prevención de la violencia contra las mujeres, y es quien nos comparte más información sobre esta problemática.
La investigación, la primera que se realiza en el país, determina la prevalencia de la violencia contra las mujeres basada en el género (VcM) en los centros educativos universitarios. Por ejemplo, una de cada tres estudiantes mujeres han sido agredidas por otros integrantes de la comunidad universitaria, 10 veces promedio en el último año.
Con esta evidencia científica, PreViMujer propone a las universidades un modelo integral de prevención que contempla:
- La prevención primaria, componente enfocado en la educación que permite atacar las causas de la VcM.
- La prevención secundaria, que evita que la VcM se repita o agrave a través de parámetros de control, atención y servicios oportunos.
- La prevención terciaria, que atiende las consecuencias de la VcM, restableciendo la salud física, emocional y académica de las agredidas y que contempla un componente de sanción (para los agresores), reparación, recuperación y rehabilitación.
Hay colectivos femeninos que te respaldan
¿Cuál es el proceso de acompañamiento que brindan a las víctimas?
“El proceso de acompañamiento empieza desde el momento en que las víctimas nos contactan, esto puede ser mediante llamada o por mensaje a nuestras redes sociales. Inmediatamente ponemos en consideración de la víctima todas las opciones legales y lo que implica activar protocolos dentro de la Universidad. Siempre tenemos presente los principios de no revictimización, centralidad de la víctima y confidencialidad”, nos cuenta Mikaela Granja miembro de Coalición Feminista Universitaria.
Facultades de distintas universidades se suman
Deyanira Moreta Carvajal miembro-fundadora de la Colectiva Sororas Violetas, nos cuenta cómo nace la organización y por qué es para ella fundamental crear este colectivo para brindar apoyo y respaldo a las mujeres víctimas de las críticas cifras de violencia de género.
“Colectiva Sororas Violetas nace de la indignación de la gran cantidad de casos de violencia de género que existían en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador; decidimos unirnos entre varias estudiantes y exestudiantes de varias facultades, en su mayoría de la Facultad de Jurisprudencia con la finalidad de alzar la voz, denunciar los casos y disminuir los índices de violencia. En el transcurso de aproximadamente 2 años, hemos logrado denunciar alrededor de 60 casos, activar el protocolo de violencia de género de la PUCE, realizar capacitaciones sobre temática de género, hemos trabajado en reformas a los estatutos de elección de representantes estudiantiles, entre otras actividades que son de gran importancia en la militancia feminista de nuestra colectiva”, nos cuenta Deyanira Moreta Carvajal.
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¿Qué actividades desarrollan dentro de Colectiva Sororas Violetas?
“Dentro de nuestras actividades, se encuentra el proceso de acompañamiento a víctimas de violencia de género, el cual inicia generalmente con el acercamiento de las víctimas y sobrevivientes de violencia a través de nuestras redes sociales (Instagram, Facebook y Twitter), mediante las cuales brindamos un formulario donde nos brindan información sobre los acontecimientos de los cuales han sido víctimas y si desean acceder a alguna de nuestras líneas de servicio, las cuales son: acompañamiento legal (activación del Protocolo de violencia de género de la universidad, medidas de protección o denuncia en el ámbito penal nacional), acompañamiento psicológico, o difusión de su caso a través de redes sociales con la finalidad de concientizar, para lo cual, es designada con una compa de la colectiva quien acompañará su caso hasta la culminación del mismo”, revela Moreta.
A nivel general: ¿cómo es el acompañamiento?
En los casos en donde deciden denunciar, acompañamos y asesoramos en la redacción de la denuncia, se inicia el proceso mediante bienestar universitario, en 24 horas pasan a rectorado y posteriormente a la comisión que investiga. En ese proceso brindamos asesoría y de ser necesario derivamos a abogados o abogadas que puedan colaborar o de Fundaciones, durante todo este tiempo nos mantenemos pendientes, se da seguimiento constante y principalmente precautelamos el bienestar de la víctima
Asimismo, el mismo estudio deja en evidencia la importancia de contar con protocolos y modelos de prevención de la VcM que contemplen a quienes son testigos de episodios de violencia. Por ejemplo, el 65,6 % de las estudiantes que han atestiguado violencia dentro del campus universitario declara que no ha realizado acción alguna para detenerla, principalmente porque no estaba segura sobre qué hacer o porque le dio miedo.
Para este trabajo se realizaron encuestas a 23.261 estudiantes y 4.064 docentes y personal administrativo de 16 universidades y 22 campus o sedes universitarias a nivel nacional, lo que es una muestra representativa para los resultados obtenidos. Y con los datos confiables, no solo se determinó la incidencia de la VcM sino que se identificaron las mejores prácticas y el estado de las investigaciones en materia de prevención de la violencia contra las mujeres en las universidades de otros países de la región.
