La lucha contra el cáncer es también una lucha por los derechos de la mujer, el sufrimiento innecesario causado por esta enfermedad evitable refleja las injusticias que afectan de manera singular a la salud de la mujer en todo el mundo, y el gran trabajo que aún tenemos por realizar en materia de prevención, principalmente a través de campañas de salud emocional y vida en equilibrio.
En Mujeres: los cánceres más comunes según su incidencia son: mama 2787 (18,2%), cuello uterino 1612 (10,6%), tiroides 1374 (9%), estómago 1225 (8%), y colorrectal 1123 (7,4%).
“El cáncer es en gran medida evitable. Muchos cánceres se pueden prevenir; otros se pueden detectar en las primeras fases de su desarrollo y ser tratados y curados. Incluso en etapas avanzadas del cáncer, se puede enlentecer su progresión, el dolor se puede controlar o reducir y se puede ayudar a pacientes y familiares a sobrellevar la situación.”
Son varios los estudios científicos que afirman que al menos el 50% de las enfermedades tienen un origen emocional. Otras investigaciones relacionan que el 80% de los padecimientos tienen relación con el estrés laboral o psicológico.
Estos factores influyen en las enfermedades
Durante la última década las investigaciones se han inclinado a estudiar la epigenética como campo científico de la biología, estableciendo cómo los patrones de los genes no son el único factor que predispone al desarrollo celular concreto, si no la existencia de influencia medio ambiental con factores que incluyen la nutrición, el estrés y el mal manejo de emociones. Por ello en este artículo de reflexión sobre la salud integral para mujeres sugiero para aquellas a quienes les interesa el tema, profundizarlo en la obra “La Biología de la Creencia” del Dr. Bruce Lipton.
Todo ello podría demostrar cómo nuestro cuerpo se manifiesta frente a las actitudes conflictivas, los temores, miedos o los sentimientos reprimidos, y como estas tienen la posibilidad de alterar el organismo y su buen funcionamiento. Y como si adoptamos mecanismos oportunos de salud emocional y mental estaríamos en la capacidad mejorar la calidad de vida y la incidencia de enfermedades como el cáncer y su tratamiento en el organismo.
La salud emocional juega un rol fundamental
Dejando en claro que no es un trabajo aislado, conlleva prácticas de bienestar integral como la conexión espiritual, meditación, alimentación saludable, ejercicio, y herramientas de profilaxis emocional de la mano de especialistas o mentores en el tema, y generación de hábitos que trabajados a nivel personal luego puedan integrar a la familia.
En otras palabras, si bien el indicador de muertes violentas de mujeres es relevante para el análisis de la política criminal y toma de decisiones en materia de seguridad, es momento también de analizar la importancia de la salud emocional para las políticas públicas de salud, seguridad, y laborales (análisis profundos del riesgo psicosocial) cuando se habla de protección y progresividad de los derechos de la mujer.
Estoy segura que si se profundizan los estudios y levantamiento de indicadores sobre el desarrollo de enfermedades como el cáncer en la mujer podremos detectar fenómenos como violencia intrafamiliar y patrones de afectación en la salud por falta de herramientas de salud mental en ambientes laborales, y de esa manera la política pública preventiva sería más eficaz, deteniendo el avance de enfermedades en la mujer, y logrando mujeres conectadas primero consigo mismas y eligiendo relaciones saludables en donde la identificación de sus no negociables no les permitan caer en situaciones como dependencia emocional o patrones violencia que alteren su tranquilidad física y mental.