Lo que sucede generalmente, en muchos padres es que ellos se anticipan a los que los niños desean hacer y no les permiten actuar o hacer algunas actividades que lo pueden realizar sin ninguna dificultad por si solos. Los padres proceden de esta manera porque creen que sus hijos no tienen la capacidad de hacer actividades por si solos, quiere evitar que se causen daño o para que puedan conseguir resultados más rápido.
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Todos los niños aprenden y desarrollan su autonomía al momento que realizan pequeñas actividades cotidianas que se desarrollan dentro del hogar, en su escuela. Todos los niños van creciendo y demuestran que quieren ser independientes en todo momento. Aquí es donde los padres y educadores tienen la responsabilidad de desarrollar esta habilidad. Dando tareas que ayuden a los niños a demostrar estas habilidades como: guardar, limpiar, colocar, quitar, abrocharse prendas de vestir o sus zapatos, comer, bañarse solo, ayudar en casa, identificar su espacio en el que vive y sentir como participante activo en la familia y en su vida social.
El proceso de independencia tiene su inicio desde los 18 meses y no es hasta los 2 años de edad el niño demuestra ciertas habilidades que se encuentran en desarrollo son los indicadores que inician su proceso de independencia estos pueden ser:
- Ya quiere vestirse solo y ponerse sus zapatos
- Busca alimentos en la nevera.
- Ha iniciado el control de esfínteres o en ocasiones ya lo tiene consolidado.
- Ya tiene más control de su cuerpo
- Se moviliza por su casa sin necesidad que lo lleven.
- Garabatea, pinta.
- Guarda y saca sus juguetes.
- Sube y baja gradas.
- Come solo, coge su cuchara e ingiere sus alimentos.
- Se relaciona con otros niños, quiere jugar
- Comunica sus necesidades por sí solo.
- Tiene juego simbólico desarrollando su imaginación y creatividad.
- Duerme solo.
Así el niño va identificando que puede realizar actividades solo y tiene la necesidad de experimentar eventos nuevos para potencializar sus habilidades e independencia.
Los padres deben conocer que todos los niños aprenden por medio de la imitación en esta etapa esto puede convertirse en un aspecto positivo o negativo para ellos. Todos los niños imitan por excelencia, aquí el papel de los padres y educadores es fundamental y cuidar mucho lo queremos de nuestros niños, van a imitar todas nuestras conductas y por este motivo es importante ir estableciendo desde esta edad un modelo educativo en casa como es:
- Establecer límites y estos deben ser respetados.
- Crear y mantener rutinas.
- Permitir que su niño le ayude esto fomentara se confianza y podrá aprender algo nuevo.
- Brindar tiempo de calidad para poder escuchar y hablar de su día.
- Ayudarles a reflexionar cuando una conducta no fue la adecuada.
- Delegar responsabilidades acordes a la edad de los niños.
- Niño debe tener su propio espacio.
- Indicar cuales serían las consecuencias de sus actos, (sin utilizar castigos física ni verbales que causen daño a su autoestima.)
- Valorar las cosas que hagan los niños y siempre motivarlos.
Debemos tomar en cuenta que se debe apuntar a una crianza sana y asertiva que ayude a fomentar la autonomía y puedan ser personas seguras, con una autoestima alta y capaces de realizar cualquier actividad.
Cuando a los niños se le guía en el aprendizaje de hábitos de independencia no solo ayuda a desarrollar la autonomía si ayudara a otros aprendizajes y potencializara otras áreas de desarrollo.
