El tiroteo del pasado 24 de mayo en la Escuela Primaria Robb en Uvalde, Texas, sigue dando de qué hablar y es que entre los testimonios de los sobrevivientes y de la propia familia del asesino, cada ve se han dado a conocer más detalles de lo sucedido.
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Ahora, la policía de Texas admitió haber cometido un gran error, una “decisión equivocada” que hizo que los oficiales no ingresaran antes a las instalaciones.
Desde el inicio, circularon videos en los que se ve a los padres de familia frustrados porque la policía los estaba conteniendo. Juan Carranza, uno de los vecinos que llegó al lugar de los hechos, aseguró a los medios que todos les gritaron a los agentes que entraran, pero que éstos no lo hicieron. “‘¡Entren ahí, entren ahí!’, clamaba una mujer”, afirmó Carranza sobre lo que se escuchaba en la zona.
Por su parte, Javier Cazares, padre de una de las víctimas, contó que corrió de inmediato a la escuela en cuanto se enteró de lo que estaba sucediendo y que la policía estaba concentrada afuera del recinto, sin intervenir ni tomar acción alguna. En algunas fotografías se ve incluso que están sometiendo a los padres de familia que estaban dispuestos a entrar por sus hijos.
“No me puedo imaginar el dolor y la indignación que deben sentir los padres de los niños asesinados. La policía tardó en llegar y, para colmo, no entró hasta un rato largo después”. “Mientras se producía la masacre, fuera varios policías esperaban sin hacer nada. 60 minutos sin mover un dedo”. “Había armas en manos de todos los oficiales en la escena. No hicieron nada con las armas para salvar la vida de esos niños. Esa es la historia. La cobardía de la Policía Uvalde armada”, expresaron usuarios en redes sociales.
Si bien existe un protocolo para intervenir en estos casos, la misma policía admitió que no actuaron de la forma correcta.
Según reportes, el asesino estuvo por más de 40 minutos dentro de la escuela y terminó cuando fue abatido por un equipo de la Patrulla Fronteriza. Afirmaron que pensaron que el aula en donde se había atrincherado no había sobrevivientes.
En una conferencia de prensa el viernes, el director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Steven McCraw, reconoció que los oficiales dudaron en ingresar al salón de clases donde se estaba produciendo el tiroteo fue un error.
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“Por supuesto que no fue la decisión correcta. Fue una decisión equivocada, punto. No hay excusa para eso”, dijo McCraw.
McCraw explicó que los cuatro minutos de disparos que escuchó la policía los llevó a creer que no había posibilidad de que hubiera alguien con vida.
Un sobreviviente del tiroteo de 9 años le dijo al medio local KENS 5 que los policías les dijeron a los estudiantes que pidieran ayuda si la necesitaban. Cuando una estudiante pidió ayuda, siguiendo las órdenes de la policía, el pistolero le disparó.
Alrededor de las 12:30, varios niños dentro del salón de clases también hicieron llamadas al 911 para pedir ayuda, mientras 19 policías estaban en el pasillo y no rompieron la puerta del salón de clases sino hasta las 12:50 p. m.
La masacre fue el segundo tiroteo masivo en apenas quince días después de que un hombre armado matara a 10 personas en una tienda de comestibles en Buffalo, Nueva York, el 14 de mayo.
El tiroteo en la Primaria Robb en Uvalde, Texas, ahora ocupa uno de los primeros lugares en peores ataques con arma de fuego en escuelas de Estados Unidos con 19 niños y dos maestras muertas. El ataque a la escuela primaria Sandy Hook en 2012, un hombre armado mató a 26 niños. El tiroteo de 2018 en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland, Florida, cobró la vida de 17 personas. Estos tres eventos superan la mascare en Columbine de 1999 que dejó 12 muertos.