La pareja Matt y Jessica Alovis se prometieron tener una megafiesta para celebrar su vínculo amoroso. Al ser la chica, hija de uno de los matrimonios más millonarios y poderoso de Nueva York, la especulación de lo que iba a pasar en los festejos mantuvo la incertidumbre de los invitados e interesados en el tema.
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Al final, lo que reinó en los festejos fue decepción, enojo y frustración.
¿Por qué la demanda?
Todo comienza el pasado 18 de febrero del 2021. El Hotel Brooklyn Pier 1, fue el sitio elegido por la familia Newman para acoger a 200 invitados y ser testigos del magno evento. Entre los gastos, solamente el costo del servicio de flores fue por 150.000 dólares.
La sorpresa llegó cuando luego de la recepción la gerencia del hotel informó que una normativa restringía el uso de música con volumen alto y según los testigos, fue casi nulo el sonido que se perdía constantemente del lugar por las conversaciones de los presentes.
Baile triste de los recién casados
Sin duda alguna, todos los que alguna vez se casaron o estuvieron presentes en una fiesta de bodas, saben que el primer baile de las parejas es uno de los eventos más sentimentales y emotivos que queda impregnado en los recuerdos de los involucrados.
En esta ocasión fue todo lo contrario. El DJ por temor a ser sancionado por la directiva del lugar, se negó a subir el volumen y esto fue el detonante para que todo explotara.
Molestos, pero con ganas de salvar la ocasión, se decidió trasladarse a otra habitación del hotel que se encontraba a oscuras y limitada de espacio, lo que hizo que de los 200 invitados, solamente 60 pudieran disfrutar del volumen adecuado.
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Impresiones
“No había dónde sentarse. No había una flor en esa habitación. La mayoría de los adultos, además de nuestros muy buenos amigos y familiares, se fueron en ese momento porque en realidad nadie tenía idea de lo que estaba pasando”, comentó Marjorie Newman, madre de la novia.
Según el New York Post, la mamá de Jessica también informó que, debido a brusco e improvisado cambio, impidió que los adultos mayores no pudieran disfrutar del evento, incluso, el popular festejo de “tirar el ramo” no se pudo realizar, situación que devastó a los novios.
Problemas de comunicación
El hotel Brooklyn Pier 1 se mantiene contundente en su defensa al indicar que ellos actuaron amparados en la ley y que la normativa rigió desde tres semanas antes de la boda. Lo que molestó a los demandantes es que nunca se les avisó sobre el cambio y no vieron en ellos la disposición en buscar una solución al inconveniente.
Incumplimiento de contrato, ocultamiento engañoso de las restricciones de sonido y causar angustia emocional son los motivos por lo que la poderosa familia norteamericana exige la compensación de 5 millones de dólares al hotel y a la organizadora de bodas, la estrella de “The Real Housewives of Miami” Guerdy Abraira.