Los últimos meses han sido de grandes avances sobre los derechos de las mujeres en México. En septiembre, la Suprema Corte de México aprobó un fallo que despenaliza el aborto y ahora, el pleno del Senado aprobó una minuta en la que se busca garantizar el derecho de las mujeres a amamantar a sus hijos en lugares públicos sin restricciones.
Aunque fue algo muy celebrado, en redes sociales se han desatado burlas y opiniones divididas pues hay quienes consideran que es un acto «de mal gusto» y que incluso alegan que es «una exageración» luchar por esta causa.
Prohibir, limitar o restringir el derecho de las mujeres a amamantar en espacios públicos es un acto discriminatorio.
Es momento de entender por qué es vital proteger el derecho a la salud de las mujeres que están en un proceso de lactancia.
A ninguna mujer debe impedírsele el ejercicio de este derecho… Por una lactancia plena, libre de prejuicios y un ambiente libre de discriminación”, expresó Kenia López, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos.
«Cuando cumple su función natural es criticado y hasta se acosa a las madres por la falta de educación y tolerancia, y por el sistema machista que pone en desigualdad y violencia a las mujeres”, señaló Verónica Delgadillo, senadora de Movimiento Ciudadano
La lactancia materna ha sido aclamada durante mucho tiempo como la mejor fuente de alimento para los bebés, ya que proporciona la combinación perfecta de nutrición y protección al reducir el riesgo de ciertos síndromes, enfermedades y alergias.
Sin embargo, aún queda mucho por entender sobre lo que implica para una mujer tener que buscar un espacio en que pueda alimentar a su hijo y sentirse segura, libre de prejuicios.
Los casos de mujeres discriminadas y acosadas por amamantar en público son incontables. Quienes «se atreven» a hacerlo «frente a todos», son tratadas como si estuviesen cometiendo un delito.
Se ha vuelto común leer encabezados de mujeres que en todo el mundo son expulsadas de sitios públicos por darle pecho a sus hijos.A algunas se les niegan servicios o incluso son expuestas o agredidas físicamente.
Mientras tanto, los comentarios que se leen en las publicaciones terminan señalándolas de «impúdicas» o «vulgares» y otros, terminan sexualizándolas como si fuesen un objeto de placer.
La sociedad se ha encargado de convertir esto en un objeto de discriminación, críticas y humillaciones.
La mayoría de las madres hacen todo lo posible por ser discretas pero no tendrían por qué tener miedo o vergüenza de algo que debería ser visto como algo natural. Los prejuicios atentan contra su dignidad y vulnera los derechos de los infantes a una alimentación nutritiva, suficiente y de calidad.
Hay muchas formas de alimentar a un bebé y el viaje de cada padre es diferente. Algunas sólo amamantan, otras amamantan y alimentan con biberón con leche extraída; otras usan sólo fórmula y muchas probablemente usan una combinación de todos ellos. Esto hace que las necesidades de cada mamá en cuanto a espacios y tiempos se refiere.
Sí, los bebés quieren comer en restaurantes, en aviones, en el autobús, en el parte, en el museo, en el centro comercial o donde sea que se encuentren con su madre. Según los expertos, usualmente pedirán alimento entre 8 a 10 veces al día y no, no es algo que se les pueda negar o pedir que «esperen» hasta llegar a casa o a un lugar privado.
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