El lenguaje corporal implica una serie de señales no verbales como la posición del cuerpo, expresiones faciales, tono de voz y gestos que revelan mucho más de lo que creemos de una persona frente a una situación específica.
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En la realeza no existen las coincidencias pues cada uno de los movimientos y gestos de sus miembros está pensado en emitir un mensaje específico.
Detrás de los royas hay toda una campaña para reflejar su poder con tan sólo posar frente a las cámaras.
Meghan Markle y el príncipe Harry
Recientemente la revista Time publicó una nueva edición en la que destaca a las 100 personas más influyentes del mundo y el príncipe Harry y Meghan Markle fueron elegidos como portada principal.
Expertos en lenguaje corporal revelaron en diferentes medios que la postura de ambos revela qué papel asume cada uno en la relación. Todos llegaron a la conclusión de que Meghan es quien tiene el control de la portada, no sólo por estar al frente sino por su mirada profunda que denota que es ‘consciente de sí misma’, mientras que Harry está parado detrás, ligeramente inclinado como símbolo de rendición hacia ella.
Además, la Duquesa de Sussex se encuentra parada con las piernas abiertas, lo que refleja poder. En otra imagen publicada por la revista, muestra a la pareja caminando de la mano por un bosque.
Si algo han revelado los analistas es que siempre se ve una complicidad entre ambos sí como un amor genuino. Eso sí, como se ha visto en entrevistas, Harry tiende a ponerse ansioso pero Meghan es quien lo aterriza y le da seguridad.
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La reina Elizabeth y el príncipe Felipe
Estuvieron juntos por 74 años y durante ese tiempo estuvieron envueltos en supuestos amoríos, traiciones de su propia familia y muertes. A pesar de todo, siempre se dijo que se tenían un apoyo inquebrantable y según han revelado expertos a lo largo del tiempo, era el príncipe quien más demostraba el amor y la adoración por su Reina.
Blanca Cobb, experta en lenguaje corporal y autora de Methods of the Masters ha dicho que Felipe siempre reflejó en su postura la necesidad de estar más cerca de su esposa, buscando la forma de eliminar el espacio entre ellos con pequeños gestos que no siempre implicaban tomarse de las manos.
Por su parte, la Reina siempre se muestra cautelosa, tratando de demostrar su independencia. Según expertos, ella se apoyó en su marido por necesidad, más que por afecto. Esto no implica que nunca haya sido cariñosa con él, sino que siempre esperó a que el mundo no estuviera mirando.
Kate Middleton y el príncipe William
El príncipe William y la duquesa Kate son un equipo perfecto dentro de la Familia Real. Ellos viven a la vista del público, pero a pesar de la presión de ser una de las parejas reales más destacadas, ninguno se tambalea y eso se refleja en su lenguaje corporal.
Ambos siempre toman una postura firme, se ven profesionales y con una gran complicidad. Si él tiene su brazo alrededor de ella, ella pone el suyo alrededor del suyo. Si él se inclina, ella se inclina. Si él sonríe, ella está sonriendo. Son una imagen de simpatía.
La princesa Diana y Charles
Contrario a lo que sucedió con los anteriores royals en los que las mujeres son quien dominan, el príncipe Charles siempre buscó imponerse sobre Diana. A pesar de que ambos tenían la misma altura ( 1.78m), él siempre se vio mucho más alto en fotografías. Algunos aseguran que el príncipe solía pararse en un cajón para conseguir dicho efecto y otros que Diana tenía prohibido usar zapatos demasiado altos. Según un artículo de The Society Pages, esto pudo tener algo que ver con la expectativa social (muy anticuada) de que los hombres deberían ser más altos que las mujeres.
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