El tema de la legalización del aborto ha causado gran controversia en todo el mundo por años. Aunque cada vez hay más países que han aprobado leyes que garanticen el bienestar de las mujeres y otros que al menos han comenzado a abrir conversación en torno al tema, el camino sigue siendo largo y complicado.
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Recientemente en Texas, Estados Unidos, la Corte Suprema de los Estados Unidos aprobó una nueva ley que prohíbe los abortos después de aproximadamente seis semanas de embarazo. Eso es mucho antes de que muchas mujeres sepan que están embarazadas.
La ley permite a los ciudadanos demandar a quien decida abortas, así como a cualquier otra persona que ayude a llevar el procedimiento a cabo. Esto incluye a aquellos que llevan a una mujer a una clínica o que brindan asistencia financiera para obtener un aborto. Quienes decidan demandar no necesitan mostrar ninguna conexión con la persona que están demandando.
La ley no hace excepciones para los casos de violación o incesto
En Texas se prohíbe el aborto tan pronto como se detecta actividad cardíaca. Eso es alrededor de seis semanas, que es antes de que la persona sepa que está embarazada. Y aunque otros estados han intentado aplicar lo mismo, los intentos se han visto frustrados por grupos de derechos al aborto.
Esto significa un retroceso en los derechos de las mujeres pues es una falta en la justicia reproductiva.
Las protestas han señalado las incoherencias en el sistema del estado pues mientras las mujeres no pueden decidir sobre su propio cuerpo, quienes deciden no vacunarse durante una pandemia sí pueden defender que es una elección personal.
Según un informe de Women on Waves, aproximadamente el 25% de la población mundial vive en países con «leyes de aborto altamente restrictivas». Esto significa que el aborto está completamente prohibido o que sólo se permite en situaciones específicas. Ahora Texas se ha sumado a la lista con una ley tan controversial en el que la mujer sale perdiendo.
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La realidad es esta: mientras se criminalice el aborto, las mujeres seguirán recurriendo a prácticas que no son seguras y en clínicas clandestinas, con lo que ponen su vida en riesgo.
De acuerdo con el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), la criminalización del aborto representa una violación a los derechos humanos.
La legalización NO se trata de promover el aborto sino de garantizar el bienestar de quienes lo requieran.
La Organización Mundial de la Salud ha revelado que los abortos clandestinos son la tercera causa de muertes maternas en todo el mundo y conducen a otras discapacidades prevenibles en gran medida,
El que existan leyes que apoyen este procedimiento no significa que sea una invitación para que todas lo hagan.
Es momento de entender que no todas las mujeres tienen acceso a una educación sexual adecuada, ni tampoco a métodos anticonceptivos.
Hay mujeres que resultan embarazadas por diferentes motivos pero no quieren ser madres o no están preparadas para ello. Otras presentan condiciones que significan un riesgo para ella o el producto.
Muchas mujeres son víctimas de violencia sexual y eso incluye a niñas menores de edad que son abusadas y forzadas a llevar un embarazo que termina por destrozar su cuerpo.
Según el informe anual KIDS COUNT Data Book de la Fundación Annie E. Casey de 2021, Texas ocupa el puesto 46 de 50 estados en cuanto al bienestar general del niño. Estas estadísticas rastrean las realidades de los niños que ya viven en el estado: los que viven en la pobreza, los que sufren de inseguridad alimentaria, los que no tienen acceso a la educación de la primera infancia y los que no tienen seguro médico.
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