Por mucho tiempo se han discutido la falta de oportunidades y barreras a las que se han enfrentado las mujeres para destacar en el mundo del deporte y Tokio 2020 se ha convertido en la oportunidad para demostrar de qué estamos hechas.
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Para empezar, estos Juegos Olímpicos cuentan con el 49 por ciento participantes femeninas, lo que los convierte en la justa con mayor equilibrio de género de la historia. Los 206 Comités Olímpicos Nacionales también tienen al menos un representante femenino y un atleta masculino. Esto marca un hito para el equilibrio de género en el deporte.
En medio de una lucha sin precedentes por empoderar a las mujeres,, las atletas han sido un ejemplo para los jóvenes alrededor del mundo al dar muestras del valor del trabajo en equipo, la autosuficiencia y la resiliencia.
Desde antes de iniciar las olimpiadas, ellas ya estaban exigiendo sus derecho y nos estaban dando lecciones de liderazgo y de lo que es el verdadero poder femenino.
Aunque aún queda mucho camino por recorrer, las atletas ya están marcando una diferencia, incluso las más jóvenes como Rayssa Leal, quien durante el debut del skateboarding en los Juegos Olímpicos se comportó como una verdadera campeona.
A sus 13 años, Rayssa se ha convertido en la primer mujer en recibir una medalla de plata en dicha competencia. Las imágenes de esta atleta abrazando y dando ánimos a sus compañeras brasileñas emocionaron a todos pero la verdadera muestra de girl power lo dio cuando no se contuvo para felicitar a su rival, la japonesa Momiji Nishiya.
Las jugadoras de softball mexicanas también dieron mucho de qué hablar por el compañerismo que existe entre ellas. Este fue el primer conjunto de softball que debuta y pelea por una medalla en Juegos Olímpicos, hicieron historia y vivieron el momento juntas.
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Carissa Moore, de Estados Unidos, se convirtió en la primer mujer en ganar una medalla de oro en Shortboard femenino. La deportista fue captada en el momento justo, cuando tras conocer los resultados, abrazó a su rival, la sudafricana Bianca Buitendag.
La sorpresiva salida de la gimnasta Simone Bailes también dejó muchas lecciones. No sólo porque se mantuvo firme para recordarle al mundo sobre los abusos dentro de la gimnasia sino habló abiertamente sobre lo importante que también es la salud mental en el deporte. Sus compañeras no dudaron en acompañarla durante este difícil momento, incluyendo a Aly Raisman, quien desde la distancia envió un contundente mensaje.
Mujeres unidas contra el sexismo
Las atletas, cansadas de sentirse sexualizadas y señaladas por su físico, aprovecharon estos Juegos Olímpicos para protestar.
Tanto las jugadoras noruegas del equipo de balonmano como las gimnastas alemanas decidieron romper los protocolos de sus diminutos uniformes y llevar aquellos con los que se sentían más cómodas.
Somos más fuertes cuando nos apoyamos y construimos entre nosotras
Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 nos han regalado postales emotivas de atletas femeninas abrazándose, dándose ánimos a través de redes sociales y celebrando sus triunfos.
La sociedad ha sido muy buena para hacernos creer que para triunfar debemos pasar por encima de la otra, cuando el verdadero éxito se alcanza si caminamos de la mano.
Las mujeres en la historia han luchado incansablemente por los derechos y la igualdad de género, por dejar de ser consideradas inferiores. Cada vez que nos menospreciarnos, damos un paso atrás.
En cambio, cuando trabajamos juntas podemos derribar estructuras que han perpetuado la desigualdad.
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