A un mes del feminicidio de la joven Montserrat Bendimes, amigos, familiares y colectivos feministas siguen exigiendo justicia mientras el presunto culpable sigue prófugo.
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Monse tenía 20 años cuando su novio, Marlon Botas le propició una golpiza que la hizo parar al hospital. La joven estuvo 6 días en estado crítico hasta que la declararon con «muerte cerebral» y fue desconectada.
Pese a que la Fiscalía General del Estado de Veracruz emitió una orden de búsqueda para dar con Marlon y ofreció una recompensa de 250 mil pesos, sigue sin haber información alguna sobre su paradero.
De acuerdo con el reporte, el sábado 17 de abril Marlon Botas Fuentes visitó a Monse en su domicilio ubicado en la calle Alfonsina Corro del Puerto de Veracruz. Sus padres no se encontraban en casa y fueron los padres de Marlon quienes se encargaron de trasladarla a un hospital sin avisar a los servicios de emergencia.
Marlon y su familia están prófugos de la justicia.
Las sospechas sobre Marlon se reforzaron cuando de un día a otro su familia cerró las taquerías de las que son dueños en Veracruz además de que no han sido localizados en su domicilio. También cerraron sus cuentas en redes sociales y no hay comunicación alguna con ellos.
Se cree que Marlon huyó con sus dos hermanos, padre y madre la misma noche del crimen.
La fotografía del sujeto ha circulado en redes sociales durante un mes, mostrando las diferentes formas en las que podría verse en caso de ser localizado. «Marlon Botas entrégate», se lee en redes sociales, acompañado de su imagen y el aviso de recompensa.
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Familiares de Monse piden que gobierno federal intervenga en el caso
El día de su fallecimiento, las personas salieron a exigir justicia en diferentes puntos de la #Veracruz. “Monse no murió, Marlon la mató”, fue una de las consignas.
«Hoy se cumplen 30 días del feminicidio de mi hija Monse a manos de Marlon Botas que hoy se encuentra prófugo de la justicia le pido al presidente que no quede impune, que se haga justicia», declaró el padre de Monse, el domingo.
La hermana de Monse compartió un video en el que se le ve sentada con Marlon a bordo de un yate, ambos muy sonrientes. «Monse no murió, Marlon la mató», se lee.
«¿Cómo una persona que dice amarte puede hacerte algo así?», se preguntan quienes compartieron el video. Mujeres han expresado el dolor de perder a una más, en un país en el que no hay justicia.
Todos los días escuchamos casos atroces de mujeres cuyos cuerpos son ultrajados, mujeres a quienes les arrebatan la vida de la forma más cruel y a quienes culpan por “tomar malas decisiones”.
Desde pequeñas se nos enseña que no debemos vestir de cierta forma, que debemos ser recatadas y complacer a la pare para «evitar problemas», pero ¿en qué momento se les enseña a ellos a no agredirnos?
Las mujeres estamos sometidas a vivir bajo un miedo constante y creciente. Estamos aterradas de salir de casa y no volver, de ser “una más” en la lista desaparecidas. ¿Cómo podemos vivir tranquilas si el enemigo es un hombre común, un buen vecino, un esposo amoroso, un novio «pefecto» o un mejor amigo? Decía Mary Shelley, autora del cuento clásico Frankenstein o el Moderno Prometeo que “el lobo se vestía con piel de cordero y el rebaño consentía el engaño”.
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