Negociar el salario es una conversación que a cualquiera lo pone a sudar, especialmente a las mujeres, porque pocas veces nos preparan para ello. De hecho, investigaciones arrojan que ellas son menos exitosas en este sentido porque tienen menos estrategias preparadas para llegar a estos acuerdos.
«Las mujeres no han alcanzado la necesaria creencia de que hay que recibir una retribución justa y no se atreven a “pensar a lo grande”. Tienen inculcado el miedo del «no» o del rechazo y creen que pueden ser consideradas «avariciosas» e «ingratas», señala la experta en Recuerdos Humanos, Gina Arán, cuestión que merece un alto.
Cómo negociar el salario y alcanzar el éxito
Averigua cuál debe ser el monto
Hay que hacer la tarea e investigar en el mercado cuánta gana un profesional del mismo rango o labor antes de esa conversación. ¿Te pagarán por encima o por debajo del promedio? Ten siempre cifras prepardas e incluso contraofertas.
Cuando digas el rango de tu aspiración, aporta argumentos válidos acerca de por qué deberían pagarte dicho sueldo. Puedes hablar de tus estudios, experiencia, habilidades y el valor que le aportarás a la empresa si deciden trabajar contigo.
Espera que saquen el tema del salario
No luzcas demasiado ansiosa o deseosa del trabajo únicamente por el dinero. Primero resuelve todas tus dudas y cuando sea el momento apropiado, aborda el tema económico. En caso que no lo hagan, puedes preguntar por las retribuciones porque no debes abandonar la conversación sin dejar ese punto claro.
Utiliza un lenguaje amigable
Durante la conversación, trata con respeto al empleador. Resalta que te interesa el trabajo y que te gustaría permanecer a largo plazo. Muestra seguridad en ti misma pues sabes lo que vales.
Si hay silencios incómodos, mantente firme pues ahí suelen venir las concesiones, pero no seas agresiva porque se trata de argumentar, no imponer.
Estipula un próximo aumento de salario
Según la experta en el área, Carolina Gutiérrez, para BBC, es importante dejar estipulado un aumento salarial después de un período de tiempo. Por ejemplo, que después de un año ambas partes lleguen a un consenso para revisar el salario y los objetivos logrados.
Y si no te va como esperas…
Si al final de todo esto no consigues un monto que vaya acorde con tus expectativas, puedes negociar beneficios, como más vacaciones o salir antes de tu jornada. En caso de que no se dé ninguno de los dos casos, no pasa nada, sigue en la búsqueda o piensa en otras opciones laborales porque un «no» no quiere decir que sea definitivo.
Si al terminar la entrevista consideras que las condiciones no son lo que esperabas, hazlo saber y da las gracias por el encuentro.
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