Las mujeres siempre vivimos bajo muchas presiones. Desde que nacemos, la sociedad espera demasiado de nosotras y conforme crecemos, las exigencias en torno a cómo debemos vernos y lo que debemos ser terminan por tergiversar lo que realmente queremos.
Se nos prohíbe mostrar vulnerabilidad pero tampoco se nos permite mostrar cuán fuertes somos, porque una “señorita” siempre debe ser recatada. Sin embargo, cada una de nosotras ha recorrido caminos diferentes y librado sus propias batallas por eso es que es tan importante enseñarle a nuestras hijas que pueden ser lo quieran sin presiones ajenas.
A nadie le gusta vivir con esas ataduras, a nadie le gusta sentir que no es lo suficientemente bonita, interesante o inteligente como para que otros la consideren atractiva o alguien a quien podrían tomar en serio.
Es especialmente importante hablar con tu hija sobre esto antes de que cumpla 13 años de edad pues es cuando experimenta una etapa de transición a la adolescencia.
Ámate a ti misma primero.
No le agradarás a todo el mundo y eso está bien. Es imposible complacer a todos. La única persona a la que debes gustarle es a ti misma. Enséñale a verse con amor cada vez que se pare frente al espejo pues esa será la clave de su poder.
Mantente fiel a ti misma.
Tu hija todavía tiene mucho que aprender sobre sí misma, pero es importante comenzar a enseñarle que siempre debe mantenerse fiel a sus valores y creencias. No debe sentir la necesidad de cambiar ninguna parte de su persona simplemente para encajar o complacer a otra persona.
Está bien decir NO, de hecho es necesario.
El mundo es demasiado grande y aterrador, enséñale que se enfrentará a un sinfín de decisiones difíciles. Desde chicos hasta cervezas y fotos inapropiadas de Instagram. Enséñale a que siga su intuición y diga «no» cuando algo no está bien o no va con sus valores.
No te compares con los demás.
Siempre habrá alguien más bonita, más atlética o con más dinero pero jamás debe asumir que está fracasando por no superar o ir al mismo ritmo que los demás La vida no es una competencia, es un viaje y cada quien va florece a su tiempo. Enséñale que está aquí para esforzarse por ser lo mejor que pueda.
Eres capaz de enfrentar al mundo por tu cuenta.
Las niñas suelen ser alentadas a ser dulces y conciliadoras pero cuando le enseñas a tu hija que puede alcanzar sus metas por otras razones que su físico, la vuelves poderosa. Hazle saber que siempre se puede defender y expresar sus creencias y opiniones para enfrentar al mundo.
El mundo virtual no es el mundo real.
Enséñale a tu hija a lidiar con el mundo virtual. Asegúrate de que pase más tiempo contigo y la familia que con la comunidad en línea. Cuanto más tiempo pasa en línea, mayores son sus posibilidades de sentirse desanimada por lo que otras chicas tienen y ella no, ya sea su ropa, su cuerpos o los novios. Establece una regla de no usar el teléfono en las comidas, en el automóvil o en su habitación durante la noche.
Háblale sobre sus hormonas.
Ayuda a tu hija a entender los estragos de sus hormonas de manera realista sin hacer que sienta que está mal. El periodo es parte de su cuerpo y la actividad hormonal puede hacerla sentir irritable, cansada o triste. Enséñale que no debe sentirse avergonzada y cómo puede controlar la situación.
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