Tras el ataque sufrido en Tirúa, Iván Núñez alzó la voz a través de redes sociales para dar a conocer parte de lo que vivió junto al camarógrafo Esteban Sánchez. Los trabajadores de Televisión Nacional de Chile (TVN) habían viajado a la región del Biobío para entrevistar al histórico líder de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) Héctor Llaitul.
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El periodista reconoció que a lo largo de su carrera ha estado en distintas zonas cubriendo eventos, apoyado por diferentes compañeros de viaje. Sin embargo, nunca le había tocado ver a uno herido, hasta ahora.
Según consigna La Tercera, Iván Núñez presentó una querella en contra de quienes resulten responsables del ataque, por el delito de homicidio calificado frustrado.
En el documento, al que tuvo acceso el citado medio, el comunicador relató con lujo de detalles cómo ocurrieron los hechos y las sensaciones que experimentó en los cinco minutos más duros de su carrera.
El relato de Iván Núñez
Iván Núñez partió comentando que en el ejercicio de su carrera, ha sabido ganarse la confianza de sus entrevistados. «Uno de ellos, el dirigente mapuche Héctor Llaitul».
Según explicó, venían solicitando la entrevista hace varias semanas, en el marco de los anuncios de posibles conversaciones con el gobierno. La entrevista se agendó para el pasado 27 de marzo a las 18:00 horas en Cañete.
Llaitul les comentó que tenían «alguna complicación para llegar a ese lugar y quedamos de reunirnos en el Puente Lleu Lleu a eso de las 18 horas. Una vez que llegamos a ese lugar, Llaitul nos indica que sigamos manejando un par de kilómetros más, hasta el cruce de San Ramón».
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Tras la entrevista, el periodista y el camarógrafo se ofrecieron a ir a dejar al dirigente y su pareja a su casa. Hasta ese momento, todo estaba bien.
Momentos de tensión
Iván Núñez reveló que pasaron por un lugar «en que, al parecer, estaban celebrando un cumpleaños y Llaitul bajó el vidrio para saludar. Continuamos el camino y llegamos al lugar en que este y su pareja se bajaron de la camioneta. Así, dimos la vuelta y emprendimos marcha hacia Cañete».
«Cuando íbamos pasando por el lugar en que estaba esta suerte de celebración, nos detuvieron unas personas señalándonos que estaban muy molestas, ya que habíamos ingresado a su territorio sin solicitar autorización. Les señalamos que habíamos ido a entrevistar a Héctor Llaitul y que teníamos su autorización, pero eso no aplacó su molestia, argumentando que Llaitul era de Osorno y no de ahí. Estaban muy enojados e incluso señalaban que cruzarían un vehículo en el camino para impedirnos el paso. Para intentar calmar los ánimos les ofrecimos que nos dieran sus argumentos en una entrevista que se realizaría al día siguiente. En ese lugar hablamos personalmente con la dirigenta Gladis Huenumán y telefónicamente con el dirigente Santos Reinao», agregó.
Tras sortear el imprevisto, el periodista y el camarógrafo lograron salir de ahí. Pero cinco minutos más tarde, fueron atacados inesperadamente.
«Sentí un primer impacto de bala por el lado del piloto. Luego un segundo impacto que me hirió el brazo y ahí comenzaron a dispararnos desde todas las direcciones, tanto desde los lados e incluso desde el frente. Uno de los disparos del lado del copiloto dio en el rostro de Juan Esteban, quien comenzó a sangrar profusamente. También dispararon a ambos neumáticos traseros de la camioneta, con lo que impidieron nuestra fuga. Aún así, logramos continuar avanzando mientras nos disparaban. Los disparos duraron aproximadamente unos cinco minutos y nosotros seguíamos avanzando, por lo que debe haber sido un número de tiradores importante. De hecho, nunca nos detuvimos y siempre estuvimos bajo fuego. Esteban permanentemente me gritaba ‘sácame de acá’», contó en la querella.
El ataque dejó a su acompañante con diversas lesiones. «Herida entrante en mejilla derecha, herida torácica derecha, herida axilar derecha, herida braquial derecha, corte supraciliar derecho, herida cortante cuero cabelludo, provisoriamente de carácter grave».
Por otra parte, el vehículo en el que se trasladaban, quedó con una serie de salidas de bala. «Como se puede ver, por el estado en que quedó nuestro vehículo, recibimos una enorme cantidad de disparos de todos los calibres y con distintos tipos de armamentos. Desde munición 9mm hasta tiros de escopeta. Se trató de un número importante de tiradores que jamás logramos ver. No había ninguna forma de defendernos y únicamente logramos salir con vida en razón de que nunca detuvimos la marcha«, explicó Iván Núñez, quien logró conducir hasta el cruce San Ramón, en donde cesaron los disparos.
«Me bajé de la camioneta, pues había un camión blanco estacionado. Le pedí ayuda e inmediatamente se fue. Durante esos minutos llamé al 133, a las 20.16 horas», señaló en el documento presentado junto a su abogado, Matías Kunsemuller.
Pero la ayuda llegó minutos después. «Noté que venían unas luces por el camino y me puse de rodillas con las manos arriba. El auto se detuvo y la pareja que lo conducía en un principio se negó a ayudarnos. No fue sino ante mis súplicas que decidieron llevarnos en el asiento trasero hasta el Hospital de Cañete», dijo.
