Las imágenes de las manifestaciones del 8M en México dieron la vuelta al mundo a través de redes sociales. A pesar de que la pandemia de Covid-19 cambió la forma en la que las mujeres nos manifestamos este año, no faltaron los cantos, bailes y pintas que hicieron retumbar al país.
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Los colectivos feministas lograron organizarse para que de la forma más segura para todas, pudieran salir a gritar y mostrar su descontento a las calles, especialmente después de que las autoridades de la Ciudad de México optaron por alzar una valla metálica alrededor del Palacio Nacional, así como la protección de Andrés Roemer, acusado de violación y la candidatura de Félix Salgado Macedonio a la gobernatura de Guerrero.
Las famosas no han sido ajenas al problema social que enfrentamos y desde sus poder como figuras públicas se han encargado a participar en el movimiento y difundir cuanta información verídica sea posible.
Figuras como Regina Blandón, Natasha Dupeyrón, Lolita Ayala, Eréndira Derbez, Danna Paola, Aislinn Derbez, Yalitza Aparicio y Ximena Navarrete estuvieron presentes de diferentes formas durante las manifestaciones.
Algunas publicaron consignas, infografías e ilustraciones acompañadas de un texto explicando algo del movimiento. Regina Blandón por ejemplo publicó una foto con el cartel “juntas, libres y sin miedo”, portando un pañuelo verde del movimiento “aborto legal ya” por el que ha generado polémica en redes sociales.
A pesar de que han recibido mucho apoyo y aplausos por su labor feminista, no han dejado de recibir ataques y agresiones virtuales por parte de quienes demuestran no entender lo que está sucediendo.
Comentarios como «antes me caías bien», «no puedo creer que apoyes el vandalismo», «qué gran decepción que participes en estas cosas», son recurrentes en sus redes sociales.
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¿Por qué tanta gente se burla y agrede cuando hablamos de violencia de género?
Hay una gran cantidad de burlas hacia la situación que vivimos las mujeres en México, lo que demuestra una falta enorme de entendimiento y empatía.
Los comentarios y reacciones de mal gusto dejan claro una cosa: el feminismo incomoda y el que las mujeres alcen la voz causa malestar.
La sociedad ha normalizado tanto la cultura de la violencia contra la mujer que incluso bromea sobre ello, lo que hace que pase desapercibida cuando sucede.
Según el informe Violencia contra las Mujeres de la Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), hubo un alarmante aumento en los feminicidios al día, pasando de un promedio de 10 al día, a 18 en 2020. Sin importar la pandemia, 6,861 mujeres fueron brutalmente asesinadas tan sólo ese año y este no da tregua.
Es momento de entender que el feminismo no es un capricho, que a las mujeres que sufren violencia no es porque “se lo buscaron”. Hablar sobre la violencia de género no es una moda, es una realidad a la que debemos hacer frente con seriedad porque nos compete a todos.
Un muro de indiferencia, impunidad y dolor
Desde el fin de semana previo al 8M, el Palacio Nacional, sede principal de la presidencia, fue blindado con vallas metálicas con el fin de retener a las manifestantes.
El despliegue también se hizo alrededor de comercios y edificios públicos por distintas calles del centro histórico. Esto por supuesto, se resintió más tras la polémica suscitada por la pre candidatura del político Salgado Macedonio y a la incredulidad de las autoridades en pro del movimiento feminista.
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