En México hay una descomposición social muy evidente. Según el informeViolencia contra las Mujeres de la Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), hubo un alarmante aumento en los feminicidios al día, pasando de un promedio de 10 al día, a 18 en 2020.
La nula acción de las autoridades y la normalización de la violencia en todas sus formas son parte del problema.
Recientemente en México se dio a conocer el caso de Félix Salgado Macedonio, político mexicano continuará con su postulación a la precandidatura para el estado de Guerrero. Pese a las denuncias por violencia sexual que tiene en su contra, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador afirmó que no se dará un paso atrás pues el pueblo fue quien decidió su permanencia a través de las encuestas.
Además pidió que no se iniciara un linchamiento mediático en su contra y que no opinaría del caso. En cuanto se mencionó que estaban los testimonios de las víctimas, este se limitó a decir que “había que conocer el contexto”.
Tras dichas declaraciones se inició un movimiento en redes sociales bajo el hashtag #PresidenteRompaElPacto con el fin de que el presidente entendiera por qué no debe haber ningún agresor en el poder.
No, el «pacto patriarcal» no es dejar de apoyar a los hombres.
El movimiento feminista no se trata de una moda, ni tampoco de odiar a los hombres o «adoctrinar» con pensamientos extremos como lo pintan. En México los movimientos que abogan por nuestros derechos terminan por causar mayor indiferencia. Lejos de indignar, bromean sobre las desaparecidas y se ríen de las muertas.
Tras las críticas, López Obrador volvió a hacer declaraciones que volvieron a dividir opiniones pues afirmó que desconocía el término «pacto patriarcal» y que tuvo que preguntarle a su esposa a qué se refería.
Entender el feminismo nos concierne a todos.
El feminismo no es ninguna simulación ni tampoco son «expresiones importadas» como también dijo. El término siempre ha existido y muchos son parte de ello. No se trata de dejar de apoyar a los hombres sino de dejar de solapar, reír o callar frente a conductas machistas.
De acuerdo con el Instituto DMHA, el pacto patriarcal “implica una aceptación de los estereotipos machistas que va más allá de su simple normalización. Esto ocurre cuando sabemos o intuimos que nuestras acciones y las de otros perpetúan estereotipos y desigualdades y aún así, decidimos ignorarlo por nuestra propia comodidad y tranquilidad”.
El “pacto patriarcal” hace que entre hombres se unan para encubrir y solapar las malas acciones de amigos o familiares, lo que provoca que la víctima se sienta culpable o exagerada.
De nuevo, el feminismo no es un movimiento de odio. En pocas palabras, se trata de que todos los géneros tengan los mismos derechos y oportunidades. De acuerdo con la organización International Women’s Development Agency, el feminismo trata de “respetar las diversas experiencias, identidades, conocimientos y fortalezas de las mujeres, y esforzarse por empoderar a todas las mujeres para que disfruten plenamente de sus derechos”
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