En los últimos meses, el tema de ‘menstruación digna’ ha estado muy latente en México. En 2020, de que una mayoría en la Cámara de Diputados votara en contra de eliminar los impuestos en productos de higiene menstrual, las mujeres alzaron la voz en redes sociales.
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Y es que las brechas salariales así como las condiciones educativas adversas han provocado que muchas mujeres se encuentren en una situación de mayor vulnerabilidad. e injusticia cuando menstrúan.
Ahora con la iniciativa de la prohibición de plásticos que entró en vigo en 2021, se inició un nuevo debate sobre qué harán las mujeres que no tienen opción ecofriendly para tener una menstruación digna, cómoda , segura y al alcance.
¿Qué implica la prohibición de plásticos?
Debido a la prohibición de la venta de plásticos de un solo uso, se dejaron de vender tampones en farmacias y supermercados, generando una crisis importante para las mujeres.
Aunque sí se pueden encontrar toallas sanitarias, protectores, ropa interior reusable, copas menstruales, entre otros productos femeninos, no todas tienen las mismas necesidades o posibilidades.
“El principal objetivo con esta prohibición que entra en vigor a partir de hoy es lograr un consumo responsable, en donde las y los capitalinos sean cada vez más conscientes y dejen de usar plásticos de un solo uso para no generar contaminación a la ciudad y al planeta. Se trata de que cada vez seamos más conscientes y dejemos de usar plásticos desechables para no generar contaminación a la ciudad y al planeta”, aseguró Andrée Lilian Guigue Pérez, directora General de Evaluación de Impacto y Regulación Ambiental (DGEIRA).
Mientras que es una iniciativa que celebramos por el hecho de que es a favor de la ecología, las opiniones siguen exponiendo otras problemáticas, como que las compañías de productos menstruales no estén buscando alternativas para sumarse a ella.
La pobreza menstrual en México
La pobreza menstrual es la imposibilidad de mujeres y niñas para adquirir productos de higiene menstrual por limitaciones socioeconómicas. Según ONU Mujeres, alrededor del 13% de la población femenina mundial vive en situación de pobreza, por lo que …
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Hay muchas implicaciones detrás de la menstruación. Mientras que para algunas es completamente normal pensar en invertir en una copa menstrual o toallas de tela para ayudar a la ecología, para otras es un gran problema.
Mientras que la copa menstrual es una gran alternativa, el costo sigue siendo elevado para quienes viven de un salario mínimo, aún cuando se trate de una sola compra. También está el tema de la falta de condiciones para hervirla y conservarla de manera higiénica. Lo mismo sucede con las toallas de tela. Hay incluso quienes hablan de una «menstruación libre», pero ¿realmente son alternativas viables para todas? Ahí es donde encontrar un punto en común se vuelve complicado.
Por si fuera poco, aún hay mucho desconocimiento, falsas creencias y tabúes en torno a la menstruación y sus alternativas.
No, no todas tienen acceso a esa cantidad de productos y menos pensando que cada paquete cuesta entre $40 pesos y hasta $70 pesos. La menstruación no debería ser un lujo que no podamos pagar.
Es incómoda y ensucia. Vamos, no es muy cómodo estar sin protectores porque escurre y mancha. Por si fuera poco, viene acompañada de cólicos y otras situaciones médicas que pueden llegar a ser graves en algunas.
Hay niñas que no van a la escuela porque no tienen para pagar un paquete de toallas sanitarias o tampones y no son productos que encuentras gratis en cualquier lado como sucede con los preservativos.
Según datos de la UNICEF, en México, las mujeres representan el 51% de la población y de ellas, el 62% está en edad menstruante. Pese a ello, el país no cuenta con políticas públicas, programas o acciones, que consideren de manera particular, la gestión del periodo menstrual.
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