Aunque el dolor no es una sensación placentera, es indispensable para la supervivencia del ser humano, pues nos alerta cuando estamos cerca del peligro y los permite ponernos a salvo. Para las personas con prótesis, este es uno de los principales retos, es por eso que investigadores de la RMIT Universidad de Melbourne en Australia crearon una piel artificial que imita el mecanismo de dolor en el cuerpo y que podría mejorar la calidad de vida de los usuarios.
Investigadores crean piel artificial que ayudaría en el avance de las prótesis
La nueva piel, está hecha de silicona plástica y tiene la misma textura que la piel, además de que mantiene una apariencia similar al ser colocada sobre piel dañada por quemaduras u otros problemas. Está diseñada para reacción ante la presión, el calor o el frío por medio de sensores que responden a estos estímulos.
Tal y como la piel humana, esta funciona por medio de señales eléctricas que son mandadas al sistema nervioso central, esto se logra por medio de circuitos electrónicos.
Cuando tocamos algo caliente, los receptores del dolor envían una señal al cerebro a través de los nervios, lo que inicia una respuesta como el reflejo de retracción que permite mover la extremidad rápidamente para evitar una quemadura. De la misma manera, cuando la piel artificial es puesta en contacto con un estímulo doloroso, se envía una señal eléctrica al cerebro que a su vez detonan el movimiento.
La calve para el desarrollo de esta tecnología se debe a la identificación de estímulos anormales, ya que el cuerpo sólo reacciona de manera natural a los estímulos anormales. Es decir que solo movemos la mano rápidamente si tocamos algo muy caliente que puede ser peligroso, y no todos los objetos de temperatura cálida. Después de muchos estudios sobre los estímulos a los que responde el cerebro, se pudo crear una piel artificial capaz de distinguir entre un toque ligero y un toque doloroso.
Esta nueva creación puede ayudar a crear prostéticos inteligentes que estén cubiertos con piel funcional, que permitan a las personas sentir tal y como lo hacían con sus extremidades. Esto significa un gran avance a la calidad de vida de los pacientes, pues en la actualidad las prótesis no son capaces de distinguir entre peligros externos.
De acuerdo con CNN, el especialista en prótesis Steve Collins resaltó que cuando una persona pierde una extremidad, no sólo pierden el hueso y músculo sino órganos sensoriales que son fundamentales para la vida. Por ahora, los investigadores se encuentra trabajando de la mano de especialistas en biomédica para saber cuáles son las áreas de oportunidad de la piel artificial.
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