Meghan Markle reveló este miércoles que perdió un embarazo en julio de este año, en una columna de opinión titulada «Las pérdidas que compartimos».
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«Era una mañana de julio que comenzaba tan ordinariamente como cualquier otro día: preparar el desayuno. Alimentar a los perros. Tomar vitaminas. Encontrar ese calcetín perdido. Recoger el crayón rebelde que rodó debajo de la mesa. Atar mi cabello en una cola de caballo antes de sacar a mi hijo de su cuna», inició su relato la duquesa de Sussex relató en la columna publicada por el New York Times.
«Después de cambiarle el pañal, sentí un fuerte calambre. Me dejé caer al suelo con él en mis brazos, tarareando una canción de cuna para mantenernos a los dos tranquilos, la alegre melodía contrastaba con mi sensación de que algo no estaba bien», expresó.
«Sabía, mientras abrazaba a mi primogénito, que estaba perdiendo al segundo», afirmó.
«Horas más tarde, yacía en una cama de hospital, sosteniendo la mano de mi esposo. Sentí la humedad de su palma y besé sus nudillos, mojados por nuestras lágrimas. Mirando las frías paredes blancas, mis ojos se pusieron vidriosos. Traté de imaginar cómo nos curaríamos», indicó.
Un dolor insoportable
Markle señaló además que «perder un hijo significa cargar con un dolor casi insoportable, experimentado por muchos pero del que pocos hablan». «En el dolor de nuestra pérdida, mi esposo y yo descubrimos que en una habitación de 100 mujeres, entre 10 u 20 habrían sufrido un aborto espontáneo. Sin embargo, a pesar de la asombrosa coincidencia de este dolor, la conversación sigue siendo un tabú, plagada de vergüenza (injustificada) y perpetuando un ciclo de duelo solitario», aseveró.
«Este año ha llevado a muchos de nosotros a nuestro punto crítico. La pérdida y el dolor nos han afectado a todos en 2020, en momentos tensos y debilitantes. Hemos escuchado todas las historias», aseveró.
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En ese sentido, la duquesa de Sussex se refirió también al Black Lives Matter. «Una joven llamada Breonna Taylor se va a dormir, tal como lo hacía todas las noches anteriores, pero no vive para ver la mañana porque una redada policial sale terriblemente mal. George Floyd sale de una tienda de conveniencia, sin darse cuenta de que tomará su último aliento bajo el peso de la rodilla de alguien, y en sus momentos finales, llama a su mamá. Las protestas pacíficas se vuelven violentas. La salud se convierte rápidamente en enfermedad. En lugares donde alguna vez hubo comunidad, ahora hay división», apuntó.
Meghan Markle llamó además a las personas, en la víspera del Día de Acción de Gracias en Estados Unidos, a preguntar a los demás si «¿estás bien?».
«Muchos de nosotros separados de nuestros seres queridos, solos, enfermos, asustados, divididos y quizás luchando por encontrar algo, cualquier cosa por lo que estar agradecidos, comprometámonos a preguntarle a los demás: ‘¿Estas bien?’ Por mucho que estemos en desacuerdo, por más distanciados físicamente que estemos, la verdad es que estamos más conectados que nunca debido a todo lo que hemos soportado individual y colectivamente este año», expresó.
En ese punto, señaló que «nos estamos adaptando a una nueva normalidad en la que los rostros quedan ocultos por máscaras, pero nos obliga a mirarnos a los ojos, a veces llenos de calidez, otras de lágrimas. Por primera vez, en mucho tiempo, como seres humanos, realmente nos estamos viendo». «¿Estamos bien? Lo estaremos», remató.