En los últimos meses las mujeres hemos vivido con más miedo que nunca ante el aumento en la tasa de delitos sexuales y feminicidios en México. Sin importar la crisis de salud que vivimos, la violencia machista impera en el país y se ha convertido en un problema aún más grave que el mismo virus de Covid-19.
Pero mientras que las agresiones van en aumento, las denuncias están disminuyendo ante las barreras que las mismas autoridades ponen en los procesos para hacer justicia.
Es por ello que a través de redes sociales o de movimientos organizados por colectivos feministas, se ha buscado alzar la voz por quienes ya no están y para que las autoridades entiendan el problema como una prioridad, que hay que atender.
Por desgracia, lejos de hacer conciencia pareciera que el movimiento feminista en México es motivo de burlas y chistes machistas.
Recientemente la Colectiva Feminista Zumpango montó una ofrenda en Zumpango, Estado de México, para recordar a las víctimas de feminicidio. Entre las veladoras y el papel picado típicos de una ofrenda, se colocaron cruces rosas y moradas con el nombre de algunas víctimas de feminicidio.
Las integrantes del colectivo armaron con flores la frase: “No alcanza el cempasúchil para guiar a todas las que nos quitaron”. El objetivo por supuesto, era honrar su memoria y hacer una denuncia ante la cantidad de mujeres que han perdido la vida y que no han tenido justicia.
El altar fue destruido a las pocas horas y en redes sociales se inició un movimiento denunciando que había sido por la mala acción humana. Por la noche, el municipio compartió un video de seguridad en el que se ve a una jauría de perros jugar encima de este.
Las reacciones dejaron mucho que desear pues muchos sólo se burlaron de quienes creían que había sido una agresión machista más.
«A nuestro parecer, la ofrenda ya estaba destruida antes de que los perros llegaran. Finalmente, fueran o no los perros, entre las interacciones de la publicación donde compartimos las fotos de la ofrenda, los comentarios misóginos no faltaron, lo que nos lleva a concluir que probablemente, muestra ofrenda hubiera sido destruida tarde o temprano», compartió la Colectiva en un comunicado.
El problema es real y más cercano de lo que todos creen
Según cifras de 2019 del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Publicadas al día, 312 mujeres sufren algún tipo de delito en México y de esta cifra, 10 son asesinadas. En marzo, cuando inició la pandemia en México, se reportó un aumento de estos delitos de un 28.5 por ciento, en comparación con las 4 mil 78 averiguaciones previas que se iniciaron en el primer mes de 2020.
La mayor incidencia se registra en la Ciudad de México, donde solo en febrero los delitos sexuales aumentaron 63.8 por ciento tras pasar de 490 casos en enero a 803 casos en el mes pasado. Pero las cifras no parecen importar, después de todo «son sólo números».
Pero cuando escuchas los nombres Jessica, María Fernanda, Danna, Fátima, Karen, Mara, María, Verónica, Ingrid, Mariana y muchas más, es imposible no pensar en una amiga o una hermana, en la vecina que saludas en las mañanas, en tu compañera de trabajo, en la chica que trabaja en tu café favorito o incluso en tu madre o en ti misma.
La ausencia de cada una de las mujeres que han sido asesinadas en México duele y sin conocerlas, se siente cercana.
https://twitter.com/s_sgrey/status/1321257426058911747
Estar alertas ya es parte de nuestro día a día. Las mujeres hemos tenido que aprender a defendernos de los hombres; de las miradas lascivas, de los piropos que no pedimos y de los toqueteos incómodos. Hemos tenido que aprender a elegir nuestra ropa según a dónde vayamos, con quién vayamos y a qué hora vayamos porque, «no vayan a creer que estamos provocando». Hemos tenido que aprender a no caminar solas y a mirar a todas partes «por si alguien nos viene siguiendo».
Por eso, reír sobre la violencia que vivimos las mujeres te hace parte del problema.
Así que es momento de hacer a un lado esa misoginia y esa indiferencia que tanto alimentan esta descomposición social a la que nos enfrentamos hoy.
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