En los últimos meses han pasado demasiadas cosas. No sólo estamos frente las consecuencias de la pandemia de Covid-19 que ha complicado la situación política, económica y de salud del país, también se han gestado situaciones que han dejado cada vez más clara la descomposición social que vivimos.
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Cada día los medios se llenan de noticias que hablan de una mujer que ha desaparecido o cuya vida le ha sido arrebatada. Cada día vemos la fotografía de un «presunto culpable» que resulta ser la pareja sentimental o el familiar que de buenas a primeras decidió ultrajar su cuerpo; un vecino, un compañero de trabajo o un completo desconocido que simplemente vio la oportunidad de acabar con ella.
Los feminicidios abarcan los titulares del país todos los días y todos los días hay una ausencia de las autoridades. La violencia en México se ha vuelto algo insostenible y la justicia brilla por su ausencia.
Lo vimos con el reciente documental de Netflix «Las tres muertes de Marisela Escobedo»: una madre que hizo todo porque la muerte de su hija en manos de un hombre que decía amarla no quedara impune. Una madre que recolectó todas las evidencias para que se hiciera justicia y que en lugar de obtenerla, terminó siendo asesinada y sin justicia para su hija. Una cosa queda clara: México es ciego ante la violencia que existe.
En los últimos días circularon una serie de imágenes y supuestos audios circularon en redes sociales, asegurando que habría una cacería de mujeres durante el fin de semana y que estaban pagando cierta cantidad de dinero por cada víctima. También se publicaron imágenes de presuntos criminales así como videos que mostraban cómo estaban levantando a las mujeres. Todo esto en el el norte del país y algunos otros estados en los que se encendió una alerta en redes sociales.
De inmediato, colectivos feministas se dieron a la tarea de investigar los mensajes y los audios que se estaban compartiendo en cadena y terminaron por desmentir muchos de ellos.
El colectivo Las brujas del mar, publicó en su cuenta de instagram que a pesar de que la situación en el país es crítica, no hay que creer todo lo que se ve en redes sociales ya que muchas veces se trata de información «que nos vulnera»
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«Estar alertas y cuidarnos es una práctica que lamentablemente tenemos que llevar a cabo todos los días en este país que resulta tan inseguro para nosotras, pero no caigamos en abonar a cadenas que tienen como fin sembrar el pánico colectivo».
La ausencia de cada una de las mujeres que han sido asesinadas en México duele y sin conocerlas, se siente cercana. Estamos atravesando por una crisis de violencia, donde diez mujeres, entre ellas niñas, son asesinadas cada día. Sin embargo, la desinformación y el pánico que muchas veces se gesta en redes sociales termina siendo parte del problema.
Estar alertas ya es parte de nuestro día a día. Las mujeres no podemos bajar la guardia nunca y parte de nuestra tarea es informarnos y apoyarnos las unas a las otras.
La trata de blancas, los atracos y todo lo que nos pone en peligro siempre ha sido una realidad y especialmente con la violencia que se ha vivido en los últimos meses, nadie dudaría que dicha cacería fuera cierta de algún modo. Este es momento de cuidarnos las unas a las otras. Merecemos vivir tranquilas. Merecemos saber que nuestras madres, nuestras hermanas, nuestras amigas estarás siempre a salvo. Merecemos poder salir a la calle sin pensar que podríamos no volver a casa.
Ser mujer en México es vivir en alerta constante pero lo mejor que podemos hacer es no caer en manos del miedo ni del pánico y alertarnos en todo momento.
Debemos siempre nutrirnos de material de seguridad y prevención para estar más seguras y más alertas.
En México hay una descomposición social muy evidente. No creen en el miedo que tenemos las mujeres de salir y no volver a casa. Bromean sobre las desaparecidas y se ríen de las muertas. Lejos de indignar o motivar a un cambio, los movimientos que abogan por nuestros derechos terminan por causar mayor indiferencia.
Mientras que las redes sociales han ayudado a dar voz a muchas, también han sido parte de esta confusión que por momentos hace parecer que el feminismo es una moda o una tendencia pasajera. No lo es.
Es importante tener claro qué es el feminismo y qué busca. En pocas palabras, el feminismo se trata de que todos los géneros tengan los mismos derechos y oportunidades. De acuerdo con la organización International Women’s Development Agency, el feminismo trata de «respetar las diversas experiencias, identidades, conocimientos y fortalezas de las mujeres, y esforzarse por empoderar a todas las mujeres para que disfruten plenamente de sus derechos»
El feminismo ha estado desde tiempos remotos, con las feministas liberales, las socialistas, las anarquistas y hasta las conservadoras. Aunque quizá muchas no se denominaban como tal, sus acciones tenían como base la exigencia de sus derechos. No es algo «de momento» ni tampoco algo «del pasado». Lo vivimos todos los días y así tiene que seguir.
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