Los últimos años han sido históricos para las mujeres. Las redes sociales han ayudado a masificar los movimientos y protestas que se han gestado en ciudades alrededor del mundo. Ya no es sólo cuestión de unas cuantas sino de todas y todos.
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Sin embargo, es normal que aún existan muchas dudas en torno a sus bases y que aún haya muchos escépticos que siguen sin creer que sea necesario. Hay quienes aseguran que no se sienten representados o que consideran que no tiene sentido porque «ya se ha alcanzado una igual de género» en diferentes ámbitos.
Mientras que las redes sociales han ayudado a dar voz a muchas, también han sido parte de esta confusión que por momentos hace parecer que el feminismo es una moda o una tendencia pasajera. No lo es.
Es importante tener claro qué es el feminismo y qué busca. En pocas palabras, el feminismo se trata de que todos los géneros tengan los mismos derechos y oportunidades. De acuerdo con la organización International Women’s Development Agency, el feminismo trata de «respetar las diversas experiencias, identidades, conocimientos y fortalezas de las mujeres, y esforzarse por empoderar a todas las mujeres para que disfruten plenamente de sus derechos»
El feminismo ha estado desde tiempos remotos, con las feministas liberales, las socialistas, las anarquistas y hasta las conservadoras. Aunque quizá muchas no se denominaban como tal, sus acciones tenían como base la exigencia de sus derechos. No es algo «de momento» ni tampoco algo «del pasado». Lo vivimos todos los días y así tiene que seguir.
Según el Foro Económico Mundial, estamos a más de doscientos años de lograr la igualdad de género y todavía nos pagan menos que a los hombres en todo el mundo. Todavía el sistema patriarcal no quita nuestros derechos y nos señala como «el sexo débil». la violencia de género va en aumento y aunque también siempre ha existido, es cada vez más visible.
El movimiento se ha dado a conocer a través de hashtags en redes sociales, así como de fotografías, ilustraciones y sobretodo, a través de activistas que se han convertido en líderes de opinión. ¿Se ha lucrado con esto? Sí, quizá se haya convertido en una especie de marca en el mundo de la moda pero mientras el mensaje llegue a quien tenga que llegar y se fortalezca, ¡que siga!
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Lo que es importante es romper con todos esos patrones machistas que nos han bloqueado el paso. Es momento de acabar con los mitos y falsas creencias en torno al feminismo que lo demeritan.
En última instancia, el feminismo no es una tendencia, es una perspectiva que da forma a cómo percibimos y tratamos a las mujeres junto con los hombres.
El feminismo también es una invitación para tomar consciencia, para cuestionar lo que consumimos y para exigir contenidos de mayor calidad que sí son una moda o tendencia. Es momento de dejar de romantizar conductas tóxicas que se nos ha enseñado en las películas y que hemos terminado por normalizar. Señalemos cuando nuestro amigos o familiares hagan chistes machistas o que hagan apología a alguna acción violenta contra la mujer.
El feminismo no es una moda que adoptamos un día y al siguiente se olvida. No busca fomentar el odio contra los hombres ni tampoco cancelar todo lo masculino. Tampoco se trata de adoctrinar a la población y obligar a todos a pensar igual. Se trata de entender que todos somos seres humanos. Todos queremos un equilibrio, desde un salario justo hasta un trato educado.
La próxima vez que te encuentres con una camiseta con un gran eslogan feminista, detente y piensa en el origen de esto; ¿Qué más puedes hacer, además de publicitar esto, para defender la causa? ¿Realmente recordará esto y lo aplicará a todas las áreas de su vida? ¿Apreciará y apoyará a las mujeres todos los días? Organice marchas, movimientos, escriba artículos: haga todo lo que esté a su alcance para que se escuche su voz y asegúrese de defender firmemente lo que cree.
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