El brote de coronavirus nos ha afectado a todos, no sólo a nivel físico sino también mental. Estamos ansiosos, enojados y temerosos; encerrados en casa y aislados del mundo. Algunos, se han visto obligados a continuar con su vida normal, sin importar el riesgo que puedan correr porque es el precio de «vivir al día».
Pero si crees que todo eso resulta difícil y agotador, trata de imaginar el trabajo de un médico, una enfermera o enfermero y de todos aquellos que prestan servicios de salud y que han estado sin descanso día y noche desde que este virus comenzó a esparcirse.
Las enfermeras, los enfermeros y médicos no pueden darse el lujo de quedarse en sus hogares para protegerse del COVID-19 ni tampoco de tomar un día libre o de distraerse en redes sociales y Netflix para olvidar los problemas del mundo.
Tienen que dar su servicio para asegurar el bienestar de la población, exponiéndose al riesgo de contagiarse también. Algunos han estado separados por semanas de sus familias, pues son un foco de infección. Otros, han caído enfermos y no precisamente por el virus. Las exigencias y presiones son demasiadas. Muchos están al borde del colapso, sufriendo de estrés, ansiedad y depresión y ¿quién ve por ellos?
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Contrario a lo que se creería y lo que se está viendo en otras partes del mundo como España e Italia, en donde la gente aplaude su labor todos los días desde sus casas, el personal médico en México vive con miedo a ser atacado.
Día a día hemos visto noticias de gente que escupe, golpea o baña en cloro a médicos y enfermeras que van caminando en la calle, rumbo a sus lugares de trabajo u hogares.
Y es que hay quienes creen que son ellos los que han esparcido el virus pues «se atreven» a andar por las calles luego de pasar horas junto a pacientes enfermos. Otros, tienen el instinto de atacarlos cuando ven que «no hicieron lo suficiente» para salvar a sus pacientes enfermos.
De cualquier forma, estos ataques continúan y han dejado expuesto lo peor de la crisis.
Recientemente se dio a conocer que fueron detenidos dos sujetos que bañaron en cloro a una enfermera del IMSS. Un juez los había dejado en libertad, luego ser acusados por consumo y posesión de drogas pero días después, fueron capturados por el delito de homicidio calificado en grado de tentativa, contra una enfermera del IMSS.
A la enfermera Francia «N» la atacaron a golpes, escupitajos y le arrojaron cloro, por bloquear la entrada de su domicilio con su vehículo. «Maldita, nos traes el coronavirus», le gritaron mientras la agredían.
Durante la audiencia el impartidor de justicia determinó que la detención por delitos contra la salud había sido ilegal, por lo que ahora deberán responder por las agresiones.
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