Estamos viviendo una crisis sin precedentes a nivel mundial a causa de la pandemia de COVID-19. Pero mientras que para algunas personas, la cuarentena como medida de prevención para evitar el contagio es una oportunidad para estar en casa y «disfrutar» de la vida familiar, para otras es un martirio.
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Además de la angustia frente a la enfermedad, muchas mujeres sufren por tener que separarse de sus hijos, ya sea porque deben salir a trabajar o porque están separadas de su pareja y ha tenido que dejarlos ahí.
En realidad, son muchas las razones por las que una madre se ve obligada a separarse de sus hijos y esa es una realidad que muchos ignoran.
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El trabajo de una madre siempre es un desafío; el peso del hogar y la familia prácticamente están sobre ella o al menos en quienes viven bajo la presión de ser la «esposa y madre perfecta».
Muchas han tenido que adoptar nuevas rutinas con sus hijos, especialmente si son mujeres que trabajan tiempo completo y no pueden quedarse en casa por una u otra razón. Lo mismo ocurre con aquellas que son madres solteras o a quienes el virus ha separado de los suyos.
El miedo es una constante en ellas y la incertidumbre de no saber cuándo volverás las cosas a la normalidad hace que mantener la cordura se vuelva un desafío más.
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Las madres que trabajan viven con la culpa constante de no estar disponibles para sus pequeños, aún cuando hacen todo lo posible para equilibrar el trabajo y el hogar. Y si eso ha sido una constante en su vida, ahora hay que sumar las fatalidades frente a la amenaza del coronavirus.
No hay nada más desgarrador que dejar a los niños en casa e ir a trabajar, cuando el mundo se está derrumbando; cuando en redes sociales ves a otros «disfrutar» del encierro junto a sus hijos y cuando por todas partes escuchas que «debes quedarte en casa».
Quisieras hacerlo, pero no te es posible. Haces todo porque tus hijos estén bien pero hay una presión dentro de ti que te hace sentir que los estás abandonando, que eres una mala madre.
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Otra de las angustias de una madre trabajadora es el hecho de fomentar un lazo con sus hijos, estando tantas horas fuera de casa. Sienten que están demasiado alejadas de ellos, especialmente en estos momentos en los que hasta los más pequeños tienen miedo. Y cuando llega el momento de convivencia, siente culpa por sentirse demasiado cansada o distraída como para pasar tiempo de calidad con ellos.
Estamos viviendo momentos de crisis pero ese esfuerzo extra tendrá su recompensa. Las madres trabajadoras son modelos a seguir no solo para las otras mujeres sino también para sus hijos y la generación más joven. Es importante comprender que puede ser difícil tratar de hacer que todo funcione y si te identificas con esto, debes saber que habrá días en los que puedes sentir como un mal desempeño deficiente pero a la larga, todo saldrá bien.
Cuídate. Estás trabajando duro para cuidar a tu familia pero es igualmente importante cuidarse también. Eres un pilar para tus hijos y su bienestar depende de tu bienestar. Recuerda tener alimentos nutritivos, ejercicio físico, abundante agua y trata de obtener algo de tiempo para consentirte. Mantener el equilibrio no es fácil pero siempre hay forma de lograrlo.
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