En el terremoto del 2016, el nombre de Karla Morales, se hizo muy visible y enaltecido por el gran corazón de la joven que promovió la ayuda social a todos los sectores más vulnerables.
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En las tragedias, ella ha estado con voluntarios, una planificación y amplio despliegue de medios pensados en los más necesitados. La abogada es hija de comentarista deportivo, Carlos Víctor Morales y a su criterio, nunca buscó protagonismo.
En esta emergencia sanitaria que vive el país a causa del coronavirus, golpeando de manera abismal a Guayaquil, ella y su equipo apoyados por el Municipio y ministerio de Salud lograron equipar con camas al Centro de Convenciones en un espacio para atender pacientes que no necesiten atención hospitalaria por Covid-19 o con otro tipo de enfermedades.
Creo un grupo denominado “Comité de Crisis” con los CEO de las empresas privadas de Guayaquil, quienes colaboraron con la gestión del equipamiento del lugar ante la saturación de los hospitales de esa localidad.
Otras instituciones municipales y públicas brindan soporte en la parte de mantenimiento preventivo como desinfección y limpieza del sitio así como la provisión de todos los servicios básicos para el funcionamiento.
Mecanismos de ayuda
Además abrió un canal para donaciones de guantes de látex, mascarillas, toallas húmedas y pañales, para entregar a médicos en diferentes hospitales y militares que custodian las calles. A través de su portal web se puede realizar la donación respectiva.
Otra de las campañas que promueven es junto a la marca Fulgore la donación de mascarillas. Por la compra de una mascarilla se donará otra por medio de la fundación.
Logros de corazón y ayuda
Este fin de semana se realizó el festival musical benéfico organizado por la LigaPro Ecuador, Banco Pichincha y Karla Morales, a través de su fundación Kahre con artistas y futbolistas, con el que reunieron fondos para comprar insumos médicos.
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Cerca de 415 mil dólares se recolectaron para la ayuda a los más necesitados de esta situación.
Karla está al frente de la fundación que lleva su nombre con la cual se empoderó al llevar ayuda a partir de un poderoso tweet en el que invitaba a donar todo lo que más se pueda para tratar de sobrevivir a la emergencia en el terremoto en 2016 y ahora en la emergencia por Covid-19.
Su ayuda no tiene límites
Karla Morales emprende dos programas: Kahre, de asistencia humanitaria, que moviliza ayuda y voluntarios a los centros comunitarios y Let girls rise (Deja que las niñas vuelen), con planes que promueven la educación para ellas.
“El acceso a la educación para las niñas tiene más desafíos, los niveles de embarazo adolescente afectan el promedio de niñas que no terminan escuela y colegio”, dijo en entrevista con El Universo.
En ese sentido, el programa lideró en 2019 una colecta de mochilas y útiles escolares en buen estado para 800 niños waoronis, en la Amazonía. Se han donado libros a niños de escasos recursos, mediante la conformación de bibliotecas en comunidades donde los pequeños “nunca han leído un cuento”.